Elección crucial en el agro de Sinaloa
Injertar en CAADES modelo de AARC

Alejandro Sicairos
08 enero 2025

Por los grandes sacudimientos que experimenta el campo, los retos que implican dificultades del tamaño de la sequía, y las fortalezas que tienen que ver con la toma de control que hará el Estado mexicano de los distritos de riego, la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa debe definir cómo protegerse con un liderazgo que esté a la altura de los tiempos complicados, adoptando esquemas similares al de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán que desde lo regional ha ido a la cabeza de las propuestas para el nuevo modelo rentable, sustentable y escalable de labranza de la tierra.

Tanta evolución ha habido en los esquemas de producción, comercialización y sostenibilidad del agro que tal desarrollo debe ser asumido como oportunidad para acceder a tecnologías, mercados y políticas públicas que permitan darles un viraje a los ciclos críticos del campo sinaloense para trasmutar de las adversidades a la prosperidad. El momento de salir del bache parece estar cerca con la renovación de las dirigencia de la CAADES y la AARC,

En tal coyuntura asoma la posibilidad de que Enrique Riveros Echavarría, emblema de la nueva generación de liderazgos agrícolas, participe en el proceso de definición de la presidencia de la CAADES que hoy desempeña Marte Vega Román, significando el dirigente de la AARC la sangre nueva que alienta la participación de los cuadros emergentes en la jornada electiva y en los objetivos a alcanzar en la reconfiguración de este sector como pilar de la economía estatal.

Con el rescate de la infraestructura hidroagrícola que inicia la Presidenta Claudia Sheinbaum beneficiando en Sinaloa a los distritos de riego 010 Culiacán-Humaya y 075 El Fuerte, que consiste en el revestimiento de 225 kilómetros de canales principales y mil 247 kilómetros de redes secundarias, con la inversión de 13 mil millones de pesos y abarcando 370 mil hectáreas, se da el primer paso en la recuperación de la rectoría del recurso agua sacando a intereses aviesos y criminales del control de la cuota del vital elemento asignado a la agricultura.

De igual manera sigue vigente la vieja demanda de estímulos y voluntades de parte del Gobierno federal tendientes a que la labor del campo sea competitiva en el plano internacional y a la vez aporte a la gobernabilidad proveyendo alimentos a las familias mexicanas. A los labriegos hay que sacarlos de las movilizaciones en demanda de mejores condiciones de producción y comercialización y mantenerlos ocupados en lo que hacen bien: fortalecer la autosuficiencia alimentaria.

Enrique Riveros ha avanzado en tales sentidos desde que asumió en marzo de 2022 la dirigencia de la AARC y aplicó la fórmula de suelos sanos, plantas sanas, alimentos sanos y personas sanas, lo que da como resultado un Mundo sano. En esa labor reconstructiva ha recibido el reconocimiento de sus representados y de los gobiernos federal y estatal haciendo del prototipo AARC el ejemplo a seguir en Sinaloa y otros estados del País.

Sin embargo existen otras áreas a atender sin que signifiquen tabúes ocultos bajo los surcos. Tienen que ver con colocar al frente de las asociaciones y confederación agrícolas a guías fiables, libres de sospechas sobre vínculos o colaboraciones con organizaciones delictivas o actividades ilícitas que buscan tener el control hasta en el manejo de sistemas de riego o planeación de siembras. De esas aguas negras también hay que hablar cuando se necesita del saneamiento integral de parcelas y drenes.

Otro asunto nunca abordado con la profundidad que se requiere está relacionado con la reconversión productiva en un sector que se aferra a granos como el maíz que cada vez le significan mayor ruina a la agricultura. Agotada la expectativa que dice que sin maíz no hay País, los ciclos de siembra que acaban en baja rentabilidad avisan de la necesidad de alta audacia y gran visión hurgando en los centros de consumo nacionales e internacionales la alternativas de hacer negocios donde actualmente germina el atraso.

Al decidir quién los encabezará, los agricultores de Sinaloa tienen que ser muy conscientes del terreno en que están parados y evitar que repitan el error de dejarse llevar por cantos de sirenas. El sueño verde que los aglutina no admite matices ni tropiezos con la misma piedra porque en la variedad de dificultades presentes el hecho de perder tres años en nuevos fracasos significa prolongar la ruina. Lejos el tiempo de las grandes carnes asadas o las presiones de los adinerados distorsionando el correcto sentido de la toma de decisiones, este 2025 puede ser el año de las reconfiguraciones trascendentes.

Y por si acaso alguien aún no lo hubiera notado, allí están el modelo AARC y el liderazgo de Enrique Riveros para plantarlos en todo Sinaloa.

Abundantes frutos cosecharán,

Agricultores de Sinaloa,

Si cultivan con la misma coa,

Que ara el campo en Culiacán.

La sequía es motivo suficiente para poner a todos los Santos de cabeza hasta que se derrita la nieve en las montañas y les aporte a los cauces de los once ríos la indispensable agua, o bien que sucedan las precipitaciones pluviales que entre más son pronosticadas parece que más se alejan. Tampoco sería descabellado pedirles a los narcotraficantes en guerra que cesen la cotidiana lluvia de plomo a ver si así acaba la maldición que hasta las nubes ahuyenta, a las cuencas las arredra, e intimida al cielo en su función de prodigar lo aguaceros que en Sinaloa también son cosa de vida o muerte. De todo se vale en el estiaje, mientras el Servicio Agrometeorológico nos siga dando atole en vez de lluvias.