El verdadero ayuno

Rodolfo Díaz Fonseca
26 febrero 2020

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@rodolfodiazf

 

En la Cuaresma se recomienda de manera especial realizar actos de penitencia y mortificación para reforzar el ejercicio espiritual, como pueden ser el ayuno y la abstinencia.

El sentido del ayuno es privarse de alimento para reforzar la voluntad y posibilitar un crecimiento espiritual. Sin embargo, hay muchas personas que practican el ayuno por muy distintas razones, entre las que ocupa un lugar especial la de mantener un cuerpo esbelto.

Por eso, desde 2009 circula en internet y en las redes sociales el texto de una noticia falsa atribuida al Papa Francisco en el que exhorta a practicar un ayuno más congruente:

“Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas. Ayuna de descontentos y llénate de gratitud. Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia. Ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo. Ayuna de preocupaciones y llénate de confianza en Dios. Ayuna de quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida. Ayuna de presiones y llénate de oración. Ayuna de tristezas y amargura y llénate de alegría el corazón. Ayuna de egoísmo y llénate de compasión por los demás. Ayuna de falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación. Ayuna de palabras y llénate de silencio y de escuchar a los otros”.

Y es que el ayuno sin cambio de vida no sirve de nada, como indicó el profeta Isaías: “¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo. Compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano” (Is 58, 6-7).

¿Practico el verdadero ayuno? ¿Ayudo al pobre y oprimido?