El valor de lo que siento
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@LicOscarGarciaCoach
Estoy celebrando la noticia de la confirmación de mi súper invitada para el domingo 13 en el programa Pensar con Bienestar, cuando un correo con asunto Urgente distrae mi atención.
Me solicitan informes para ayudar a una joven de 26 años que se intoxicó por el abuso de fluoxetina, conocida más por su marca Prozac, medicamento utilizado para tratar la depresión, así como esos pensamientos molestos que no desaparecen y nos llevan a aferrarnos de forma compulsiva y obsesiva a los comportamientos de “huida”; hay quienes los presentamos en algunos trastornos alimenticios, tales como comer por ansiedad todo el día, y otros con esos ataques repentinos e inesperados de miedo extremo y preocupación sobre nuestra salud, conocidos en la actualidad como los famosos ataques de pánico.
Mi pregunta rápida fue: ¿qué motiva a una joven en el esplendor de su vida al uso de este medicamento, y más aún, a su abuso?
Un reto a resolver, porque el incremento acelerado del consumo de antidepresivos ha inquietado un poco al sector salud, a las farmacéuticas les ha regalado grandes dividendos y la sociedad en general lo ha tomado como una buena alternativa del “sentirse bien”.
Me impactan los datos que a continuación he encontrado en una sencilla indagación:
Prozac fue creado en 1988 y a tan solo cuatro años ya reportaba superventas a la farmacéutica Lilly, más de mil millones de dólares anuales. A finales de los años 90 ya eran 2 mil 500 millones de dólares.
En sus primeros 30 años, celebrados en el 2018, un número sorprendente es el que ha sido prescrito a más de 94 millones de pacientes en el mundo, sin contar los que se autorrecetan, que no son pocos.
Pese a que la patente expiró a principios de este siglo y que los genéricos empezaron a sustituirlo, los datos de prescripción son muy altos.
No me gustaría perder el hilo conductor de esta columna, la joven que a sus 26 años arriesgó su vida por el abuso, de forma seguramente inconsciente. La pregunta clave: ¿Qué la llevo a ese estado depresivo? Admiro todos los avances en las ciencias de salud mental, y más aún el enfoque preventivo de algunas corrientes o movimientos dentro de la psicología para buscar nuevos estilos y formas de vida, privilegiando ecosistemas de bienestar con rigor científico en su diseño.
Y si esos ecosistemas deben ser prioridad en las familias, también deben ser un motivador en las organizaciones y, sobre todo, en la educación de nuestros hijos, que representan a las futuras generaciones.
Recuerdo la declaración de hace cuatro años de Shekhar Saxena, directora de salud mental de la OMS, que reflexionaba acerca de que “el uso de antidepresivos en niños y jóvenes preocupa por dos motivos: el hecho de que se puedan estar prescribiendo sin motivos suficientes, y el que puedan ocasionar daños importantes". Sin embargo, las cantidades de consumo en menores han subido considerablemente sin que este organismo logre la correcta sensibilización social del riesgo.
¿Por dónde empezar?, ¿será posible asumir que el verdadero reto es aceptar la adversidad como parte de la vida? Jerry y Esther Hicks, creadores del libro “El increíble poder de las emociones”, nos invitan a reflexionar bajo el cuestionamiento: “Si te dijeran que las experiencias de tu vida son en realidad el resultado de tus principales pensamientos, y que la esencia de esos pensamientos, en los que centras tu atención durante mucho tiempo, acaban haciéndose realidad”, podrías iniciar un verdadero cambio en tu forma de observar el mundo.
Agregamos a lo anterior que investigadores aseguran que el afecto positivo y enfocarnos en lo positivo nos hacen menos vulnerables a las enfermedades y a las situaciones no deseadas que la vida cotidiana nos regala. Hay que reconocer que las emociones negativas son el factor más impactante en el sufrimiento de las personas, al decidir cómo las viven en el día a día.
Confieso que hoy siento no tener toda la respuesta, pero sí una gran alternativa. Afortunadamente, el domingo 13 de septiembre tendremos la oportunidad de escuchar en mi programa Pensar con Bienestar, a la doctora Marisa Salanova, la más reconocida y premiada investigadora sobre Bienestar en el Trabajo y Organizaciones Saludables de habla hispana. Será una conversación muy poderosa que no te puedes perder.
Mientras llega ese día, seguimos conectados a través de mi página @LicOscarGarciaCoach.