El último tango
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El licenciado Eleuterio Ríos Espinoza envió el lunes 18 una carta a este defensor, para hacer una aclaración sobre una imprecisión publicada en una nota.
“Estimado don Rodolfo: la nota periodística escrita por el señor José Alfredo Beltrán, bajo el título ‘El último tango para doña Leticia’, en la edición de ayer y cuyo título se repite al final de la primera página principal del periódico y que dice ‘MORIR ES UNA COSTUMBRE QUE SABE TENER LA GENTE’, no es tango, sino una milonga que se llama ‘Milonga de Manuel Flores’. Con mucho le envío el CD que la contiene en el track número siete. La letra es de la autoría del escritor argentino Jorge Luis Borges y la música de Jorge Sarraute. Como consta en muchos libros de su propia autoría, a Borges no le gustaba el tango, aunque llegó a confesar que lloraba cuando escuchaba más de alguno y él mismo fue autor de la letra de dos tangos y un poema de una enorme calidad literaria; su género preferido eran las milongas de las que escribió como unas doce.
En la Ciudad de México tuve el honor de ser presidente de la Academia Mexicana del Tango y cuento con una discografía y una bibliografía de las más completas que existen en el mundo y que están aquí en Culiacán; nada he comprado ni mis hijos se han comido un bocado, que no haya sido con dinero bien habido y están a sus órdenes para cuando quiera ponerse una borrachera de tango.
En la lectura de otra nota de ‘Noroeste’ se informa que la clase política del Estado, o no sé si del país también, no estuvieron presentes en las ceremonias fúnebres de la estimada señora doña Leticia; no es para menos, para ‘Noroeste’ no hay servidor público competente o medianamente capaz y mucho menos honrado; como dijo nuestro Señor Jesucristo, el que se sienta libre de culpa, que lance la primera piedra; además, dicho evento lamentable, huele más a publicidad electoral, que a una nota reservada por cuestiones de amor y dolor.
Por último, le ruego exprese mis sentimientos de solidaridad a la familia Clouthier Carrillo, por tan llorada pérdida; como todos, hombres y mujeres, jóvenes o mayores, hemos llorado por la pérdida de nuestras madres; y la nuestra no fue luchadora ni altruista, pero como la inmensa mayoría de las madres fallecidas en todos los siglos, fueron madres extraordinarias que nos educaron lo mejor que pudieron y esposas ejemplares y mujeres que también hicieron el bien a sus semejantes. Y a ‘Noroeste’ le digo la frase de El Quijote: ‘Llanesa, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala’. Le reitero el aprecio que los Ríos les guardamos a los hermanos Díaz Fonseca. Parientes, pero no iguales”.
Tiene razón el estimado licenciado Eleuterio. La pieza musical a la que se refería la nota es una milonga no un tango, como se precisa muy bien en la carta. Por cierto, agradezco el gentil envío del disco compacto “Juan Sosa canta a Jorge. L. Borges. Tangos, milongas, poemas”.
Aunque el tango y la milonga son parientes existe una diferencia rítmica entre ambos. Sebastián Urburú, profesor de Tango, lo explicó así: “La diferencia es rítmica, porque nosotros podemos cambiar el estilo de nuestro baile, por ahí puede cambiar la postura del bailarín, pero hay una diferencia rítmica. Yo lo veo así: la milonga es la parte divertida del tango. Al tango le gusta lo postural, lo técnico. En la milonga uno se divierte, rítmicamente es un poquito más rápida y podemos trabajar algunos pasitos a diferencia del tango. Es la parte divertida del tango, es donde nos desestresamos”. http://extranjeroseneltango.blogspot.mx/2013/05/diferencia-entre-tango-y-milonga.html
Sobre el video se escribió: “La Milonga se origina del Tango, se emplean los mismos pasos, pero éstos son más cortos y el ritmo es más rápido”.
Sin embargo, Luciano Andrés Carrera de la Torre, en la página 435 de su Historia de la Música Universal y Latinoamericana, publicada en Quito en 2012, señaló: “La República Argentina ocupa lugar destacado entre los países de Sudamérica. Sus danzas y canciones típicas han dado la vuelta al mundo: entre ellas, de variado carácter, figuran ‘vidalitas’, ‘pericones’, ‘rancheras’ y, nacida en los bajos fondos de Buenos Aires, la ‘milonga’, de la que surgió posteriormente el ‘tango’, que, ya como canción o como danza cruzó todas las fronteras”.
Publicidad electoral
En este punto, difiero de la observación del Licenciado Eleuterio, pero respeto su manera de pensar. Creo que en la elaboración de la noticia (es la misma nota) se cuidaron de incurrir en promociones electorales, pero no se podía omitir la participación política o filantrópica de la Señora Leticia Carrillo de Clouthier.
En cuanto a que Noroeste trata muy duramente a la clase política, tiene toda la razón. Sin embargo, conviene resaltar que con ese ideal nació este medio informativo: para luchar por una mejor sociedad y tener mejores gobernantes.
Tal vez, en ocasiones sí se incurra en algún exceso, pero creo que no es porque se considere que no existe algún funcionario público “competente o medianamente capaz y mucho menos honrado”. Empero, siempre se exigirán la rendición de cuentas, transparencia y resultados.
Me permito citar un párrafo de las palabras que pronunció el Licenciado Ríos Espinoza en un acto, cuando fungió como Secretario general de Gobierno, en representación del Gobernador Antonio Toledo Corro: “Después de todo, México vale y seguirá valiendo por lo que valgan los hombres y las mujeres que formen su población. Y el valor de esas mujeres y esos hombres estará en función de su integridad, de su aptitud para el bien y de su concepción social de los derechos que poseen y las obligaciones que les incumben. En suma: de la integración voluntaria de sus intereses particulares a los intereses de la comunidad”.
El cariño a la madre
Todos profesamos un acendrado amor a nuestra madre. De ahí que uno de los máximos insultos que se nos puedan hacer consista en “rayárnosla”. Toda madre es signo de veneración y respeto por su incondicional y abnegado amor.
Si, además, alguna madre destacó en algunas áreas del servicio o filantropía, considero que no es exagerado ponderar sus virtudes, cuidando de no incurrir en ampulosidad o presunción.
Reitero la frase citada por el Lic. Ríos Espinoza, la cual se encuentra en el capítulo 26 de la segunda parte de El Quijote, en la que maese Pedro le recomienda a su ayudante: “llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala”.
Aprecio recíproco
Me sirvo, también, reiterar mi aprecio por el Licenciado Eleuterio Ríos Espinoza y su distinguida familia (quienes vivieron enfrente de la familia Clouthier Carrillo). Mi perpetuo respeto y cariño hacia la calidad humana de su esposa, así como mi afecto por sus hijos, en especial por Juan José, a quien conozco desde adolescente, y por Mayo, con quien compartí algunas materias de Maestría.