El sentido de la cultura
En mayo, se publicó un libro del filósofo español Antonio Monegal, titulado Como el aire que respiramos. El sentido de la cultura. En el preámbulo, el autor explicó que terminó de escribir la obra durante la pandemia, “aunque la mayor parte estaba ya redactada y la motivación no tiene que ver con esa coyuntura inesperada. Durante aquellos días, la cultura demostró su capacidad para unir a quienes estaban separados, dar contenido al tiempo y enriquecer la experiencia del encierro”.
Apoyado en gran parte por el libro de Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, Monegal subrayó que la argumentación a favor de la cultura no se debe apoyar solamente en criterios utilitarios: “Desde mi punto de vista, cualquier explicación de lo que hace la cultura tiene que valer por igual para la alta cultura, la cultura popular y la cultura de masas, sin que esto signifique que son lo mismo”.
El primer capítulo lo tituló: “¿Importa la cultura?”. Y respondió: “Frente a quienes ven la cultura como un componente decorativo de nuestra vida cotidiana, toca constatar que casi todo lo importante que ocurre a nuestro alrededor es propiamente cultura, hasta aquello que nos conduce a la destrucción de la naturaleza. Se lucha y se mata por cultura: la mayor parte de los conflictos violentos que desgarran nuestro mundo tienen una base cultural, étnica, religiosa, de legados coloniales o memoria de agravios históricos”.
Añadió: “Las tensiones identitarias, los flujos migratorios, los choques raciales, intergeneracionales y de género que agitan nuestras sociedades son manifestaciones de factores culturales. Aunque no lo parezca, es imposible separar el rostro hostil de la cultura de su faceta benévola y edificante y de su vinculación con las más elevadas actividades humanas”.
¿Encuentro, valoro y promuevo el sentido de la cultura?