El pódium diáfano de Merary Villegas. Segundo Informe frente la lupa cívica
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Sería socialmente útil que el modelo de rendición de cuentas que realizó ayer en Culiacán la Diputada Merary Villegas Sánchez se replicara en el resto de los asambleístas federales y estatales, ya que atiende el principio cardinal de la representación popular: la retroalimentación entre el legislador y el ciudadano es por excelencia el medio y objetivo del parlamentarismo que históricamente ha sido implementado al revés, con la ruptura de tal cordón umbilical.
Reunida con representantes de los sectores sinaloenses, la Diputada del Movimiento Regeneración Nacional no solamente informó de lo que hizo en el segundo año de trabajos de la 64 Legislatura de la Cámara de Diputados sino que confrontó los resultados de cara a líderes de opinión, rompiendo la costumbre de actos melosos con asistencia alevosamente preparada para el elogio.
Con sus compañeros de Cámara Tatiana Clouthier Carrillo y Carlos Iván Ayala Bobadilla como testigos de un informe innovador, Merary Villegas dio cuenta del excelente reporte de dos años en la alta tribuna del Legislativo federal, ya sea acompañando las iniciativas sociales del Presidente Andrés Manuel López Obrador o estando al pendiente de la tierra que representa y las problemáticas que la necesitan como sinaloense que es.
Por la mañana, con Tatiana Clouthier como acompañante, realizó un brigadeo por colonias de la ciudad en trato directo con los ciudadanos a los que les habló y les entregó información sobre su gestión en el Congreso federal. Esto les cayó bien a los sinaloenses que poco ven a sus legisladores gastando suela y sudando la camiseta, porque desde las frías oficinas, gélidas por la insensibilidad y la pedantería, el mundo no se ve pero se vive mejor.
Este modo de rendir cuentas tiene un beneficio más allá de la forma. Pone a los representantes populares en la vitrina translúcida que permite ver sus virtudes y defectos con propósitos de decidir si merecen que la confianza ciudadana se les extienda a otros puestos públicos o se les cortan de tajo las alas que el voto da, para el oportuno control de daños de impericias e ineptitudes.
Ahí tenemos el ejemplo en Sinaloa de Gerardo Vargas Landeros, quien fue Secretario de Gobierno durante el sexenio de Mario López Valdez, que aspira a ser candidato a Gobernador ahora con el impulso del Movimiento Regeneración Nacional, el partido que empuña los principios de no mentir, no robar y no traicionar. Lo extraño es el supuesto de que políticos de alto nivel de Morena le están siguiendo el juego a tan preocupante ambición de poder, mientras otros que defienden la dignidad y postulados de la Cuarta Transformación buscan evitar tal barbaridad.
Entre estos últimos está la Diputada Tatiana Clouthier Carrillo, que al conocer por experiencia propia la larga noche que vivió Sinaloa durante el malovismo se coloca a la defensiva en la portería de la 4T al considerar que Vargas Landeros no cuenta con los principios ni valores de Morena, y considera que para promocionarse como posible candidato morenista el que antes se inventó el movimiento del trébol de cuatro hojas y luego se colgó sin éxito de Redes Sociales Progresistas, “necesita valor para no tener vergüenza”.
Hay otros, como el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, que quieren ser candil de calle y oscuridad en casa debido a que andan en campaña por todo el estado aunque son incapaces de resolver los problemas de los municipios que gobiernan. O el caso de Billy Chapman en Ahome, que por fortuna no se ha alborotado para la candidatura a Gobernador, pero de antemano está anulado por el desastre en que convirtió la oportunidad recibida de parte de los electores.
Por eso sobresale el tipo de pódium que restablece Merary Villegas. El que se sienta capaz de hablarle de frente a los sinaloense, que se pare frente a éstos sin abochornarse por los daños ocasionados. Ella lo hizo ayer y desde el contexto de la pandemia que evita reuniones de asistencia numerosas edificó un loable aporte en detrimento, insistimos, del pernicioso culto a la personalidad que no es ni por asomo el respeto a la colectividad. Nada mal sería que en lo sucesivo la rendición de cuentas de los legisladores enaltezca el diálogo con la comunidad, unos sin tener nada que esconder y los otros con el derecho a saber cómo es representado.
Reverso
A quienes les encanta copiar,
Que llevan la mentira como lema,
Cópienle a Merary el esquema,
Y anímense a informar.
Con fragancia de mujer
La presencia de Tatiana Clouthier Carrillo en Culiacán reactivó la conversación pública que dirime si necesita Sinaloa que una mujer gobierne, y el dilema ciudadano de quién sería, ella o la Senadora Imelda Castro, la que aparezca en la boleta electoral como parte de la propuesta de Morena para elegir a quien asuma la titularidad del Poder Ejecutivo Estatal. Será por motivos de equidad de género en las postulaciones que los partidos hagan en los estados, o por el anhelo de probar faldas y zapatillas contra los rezagos que persisten, pero esto huele cada vez más a perfume de mujer.