El New Deal de Roosevelt

Rosario Bátiz Murillo
09 abril 2020

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itobatiz@hotmail.com

 

El esperado mensaje al pueblo mexicano del pasado domingo trajo, como cita, la admiración manifiesta de nuestro Presidente hacia Franklin Delano Roosevelt, ex Presidente de los Estados Unidos de América.

Nacido en 1882 en Hyde Park, Nueva York, hijo de un prominente terrateniente y alto directivo de los ferrocarriles de Delaware, y descendiente de inmigrante de los países bajos que en su momento participaron en la votación y diseño de la primera Constituciòn para Nueva York, antes llamada Nueva Amsterdam.

Su madre, hija de un Cónsul de Estados Unidos en China, fue criada en esa cultura por muchos años, después vivió en Chile, fue la figura dominante de su único hijo, Franklin.
Los Roosevelt se dividieron en dos bandos políticos, los demócratas, asentados en Nueva York, y los republicanos de Oyster Bay, de cuya rama sobresale Theodore Roosevelt. Ambas ramas familiares, con buena relación a pesar de sus diferencias políticas.

Volviendo a Franklin. Por su acomodada posición socioeconómica, desarrolló habilidades como montar a caballo, tiro, lucha, jugar polo y tenis, hablaba varios idiomas combinado con la profunda vocación de servicio público que mantenían vigente en su familia. Su vida escolar fue marcada por maestros líderes que afianzaron esta vocación. Estudió en la Universidad de Columbia, se especializó en Harvard y pasó a trabajar a una prestigiosa firma de abogados en Nueva York , donde se desempeñó en el ramo de derecho societario ligado a Wall Street, combinado con esto su trabajo dentro del Partido Demócrata.

En 1910, se presentó como candidato al Senado por Hyde Park, ganando fácilmente por el Partido Demócrata después de 35 años de pertenecer la Curul a los republicanos. Fue Secretario Adjunto de Marina con el Presidente Woodrow Wilson en 1912. Sufrió una derrota electoral posterior, pero no se desenfocó de su cargo de Secretario de Marina, logrando expansiones significativas que le fueron ampliamente reconocidas por ser muy útiles a los Aliados para ganar la Segunda Guerra Mundial.

De buen carácter y bien parecido, tenía encanto con las mujeres y sostuvo varias relaciones extramaritales, tan evidentes al punto de casi acabar con su matrimonio, pero por sus ambiciones políticas, logró un acuerdo con Eleanor, de apoyarse en la causas de beneficencia y temas políticos a cambio de sostener otra casa para ella y los seis hijos de su matrimonio. Su relación pasó a ser más de amigos que de esposos. En 1921 tuvo que retirarse de los reflectores por padecimiento de polio severo. Sus detractores, aseguraban que no volverìa a la política, pero la polio no lo derrotó.

Después de ganar la elección para Gobernador de Nueva York, se postula y gana la Presidencia de Estados Unidos en 1929, consiguiendo muchos votos por su propuesta del New Deal, que prometía sacar al país de la depresión económica.

Fue reelecto por tres periodos presidenciales y habría tenido uno más si no lo sorprende la muerte, trabajando en su escritorio.

El New Deal, sobre el que se enfocó desde 1933 a 1938, tuvo dos partes, la primera, a ejecutarse los primeros 100 días de gobierno, mediante programas que significaran bienestar directo a los más vulnerables y la segunda parte, que abarcó dos áreas: mantenerse sosteniendo las capas sociales más pobres de la población (en lo que todos estaban de acuerdo) y reformar y regular las leyes de los mercados financieros golpeados por el suceso de 1929, por el desempleo y la quiebra de empresas en cadena (incluidos los bancos mismos).

El New Deal costó mucho dinero al Gobierno estadounidense, que pronto incurrió en un déficit público sobre el que tuvo que hacerse muchas reformas por la crítica constructiva de los adversarios políticos, que fueron escuchados y tomados en cuenta para enmendar lo que no funcionó. Tuvo como eje central la inversión del Gobierno federal en infraestructura, variada y diversa. A decir del propio Franklin: “significó una revolución llevada a cabo sin violencia, sin el derrumbe del imperio de la ley y sin la negación del Derecho Equitativo de todo individuo o clase social”.

Esta tendencia económica no sacó al país de la crisis económica, pero de todo esto se aprendió para llegar a las modificaciones realizadas a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, donde se tomaron otros consensos nacionales. Varios de los programas, como el de Seguridad Social (primer ensayo enfocado al bienestar social) y el Federal Deposit Insurance Corporation (que regula la no quiebra de los bancos) siguen vigentes con modificaciones adecuadas a la historia del País.

Un Presidente sin duda querido, bien recordado y reconocido aun por sus contrarios. De la lectura realizada para la elaboración de este artículo destaco lo valioso que resulta para que un país avance, el reconocimiento de las necesidades urgentes y trabajar para su solución, el respeto de la ley, la participación responsable de todos los actores políticos, el reconocimiento que el derecho equitativo debe permanecer vivo en todos los sectores productivos y económicos para que la cadena continúe, y sobre todo, sobre todo, sobre todo... LA ENMIENDA... una gran cualidad humana que significa dejar de hacer lo que no se debe hacer.