El mundo hacker

Vladimir Ramírez
25 septiembre 2020

""

vraldapa@gmail.com
@vraldapa

 

Algunos postales en internet coinciden en que el término “hacker” proviene del verbo en inglés “hack” que significa “cortar” o “alterar” algún objeto de forma irregular. Pero fue en la década de los 50 en el Instituto de Tecnología de Massachusetts donde se designó este término a la alteración inteligente de alguna máquina, redes sociales y a las diferentes conexiones entre computadoras, lo que resultó con el mote popular de hacker a los programadores. Con el paso del tiempo y el uso masivo del internet, finalizó por aplicar la expresión hacker a las personas con un elevado conocimiento informático y manejo de lenguajes de programación, manipulación de software y de las telecomunicaciones.

Sin embargo, este mundo de los hacker alcanzó niveles no sólo de avance tecnológico, sino también delincuenciales. Durante las últimas décadas este fenómeno del hackeo ha crecido en todas sus dimensiones y alcanzado todas las geografías. El pasado domingo y hasta el día lunes el periódico Noroeste enfrentó un ataque cibernético en el que se activaron direcciones con el propósito de saturar los servicios del sitio, lo mismo durante la semana encontra de Ríodoce, Línea Directa, Revista Espejo y Reacción Informativa, medios informativos con sede en Sinaloa. Una verdadera muestra de amenaza latente y de poder en contra de la libertad de expresión y los medios.

Esta práctica de irrupción en páginas es cada vez más común no sólo a los medios de comunicación sino a instituciones públicas, empresas privadas y sitios personales con la intención de perjudicar o aprovecharse de la vulnerabilidad de la información en páginas web, incluyendo los propios aparatos de cómputo.
Lo cierto es que la habilidad del hackeo malintencionado se ha vuelto una verdadera amenaza de seguridad pública en la que todos estamos expuestos, y en la que no se tiene una clara defensa jurídica ni eficaz procuración de justicia que garantice la tranquilidad, certidumbre y libre tránsito de la información en el espacio virtual.

De acuerdo con el sitio de la enciclopedia de marketing digital “Ryte Wiki”, el término hacker puede tener una connotación positiva o negativa dependiendo de la definición. En un sentido negativo, los hackers son personas o grupos que obtienen acceso no autorizado a sitios web explotando vulnerabilidades existentes. En un sentido positivo, los hackers son profesionales de la informática que descubren los puntos débiles de las aplicaciones informáticas y ayudan a resolverlos.

Este fenómeno, no tan reciente, del hackeo se replica constantemente y los sucesos de acceso a computadoras o servidores sin autorización aumentan en el mundo, a pesar de estar penado por la ley, continúa una lucha sin tregua, en el que la tecnología y el talento humano protagonizan el enfrentamiento de una nueva especie de criminales y expertos en seguridad virtual.
En el universo de la internet, según Ryte Wiki, se pueden distinguir al menos tres tipos de hackers: el grupo de los “White-hat hacker”, reconocidos por el uso de sus amplios conocimientos en el campo de la tecnología informática sólo de acuerdo con las leyes aplicables y de sus propias reglas establecidas, a las que a menudo se hace referencia como la ética del hacker. Los miembros de este grupo a menudo trabajan para agencias de seguridad.

Los Black-hat Hackers, los que por lo general, actúan con intención delictiva. Están involucrados en el robo de datos, la manipulación o el daño deliberado de webs. De este modo, las grandes empresas e instituciones se convierten en un blanco del robo de datos.

En otro ámbito del ciberespacio, se encuentran los Gray-hat Hackers, a este grupo, no siempre se puede determinar claramente si las acciones son con fines delictivos o si hay un propósito superior detrás de ellas. Un ejemplo es el grupo Anonymous que atacó el servicio de pago PayPal en 2010, para protestar por el hecho de que PayPal no reenviara los pagos a WikiLeaks. El mismo grupo decidió en noviembre de 2015 luchar contra el Estado islámico de manera online. Anonymous en sí mismo no tiene una estructura fija ya que sus hackers colaboran de forma descentralizada.

El observar o enfrentar de alguna forma esta realidad alterna de vivir la tecnología, se vuelve no sólo un reto de conocimiento y creatividad, sino de una urgente y necesaria reflexión ética para entender cómo es que hemos llegado a estos niveles de desarrollo tecnológico sin haber siquiera disminuido un ápice nuestras conductas antisociales y como con cada avance en la ciencia y tecnología de la información para beneficio de nuestra civilización, le acompaña un mal para la humanidad en las mismas proporciones.

Es necesario meditar a conciencia cómo es que los avances de la tecnología en comunicación digital rompen barreras del tiempo y el espacio y a la vez nos separan de lo más cercano; de cómo es que llegamos a fincar la paradójica frontera del espacio, no en términos de distancia geográfica, sino del conocimiento científico mientras se enseña en escuelas tecnología que será caduca para cuando terminen sus estudios las nuevas generaciones. Un dilema del tiempo que se gana para unos y para otros se pierde. Ironías como piedras lanzadas al cielo. Mientras nos repetimos.

Hasta aquí mis reflexiones, los espero en este espacio el próximo martes.