El karma es ‘una perra’ (3)
Karma y reencarnación
Wikipedia: Usualmente se asocia el karma con la reencarnación, ya que una sola vida humana no alcanzaría para experimentar todos los efectos de las acciones realizadas («cobrar» todo el bien que se ha hecho o «pagar» todo el mal que se ha realizado en vida).
En religiones teístas (como el hinduismo Musulmanes o el cristianismo) existe el concepto de alma.
En el caso del hinduismo, bajo el punto de vista del karma, la reencarnación sería la nueva encarnación del alma en un nuevo cuerpo físico, en tiempo futuro, en el útero de una nueva madre.
En el hinduismo, el concepto de alma individual, o yiva-atman, es una chispa del Espíritu Divino (Atman) que todos tenemos, a diferencia del budismo, en que el objeto de la reencarnación corresponde a un registro de la mente.
Se entiende que existe un estado de pureza y sabiduría original, latente pero dormido, en la vida de todos los seres humanos. En el concepto oriental, el ser humano olvida su naturaleza superior y se identifica erróneamente con el cuerpo en cada nuevo nacimiento.
La reencarnación -o transmigración de las almas- es el paso hacia la siguiente existencia física.
El karma determina las condiciones bajo las cuales el individuo vuelve a la vida. Sin embargo, el estado de pureza y sabiduría latente sigue intacto y desarrollándose lenta y progresivamente vida tras vida, en una especie de evolución espiritual del alma/cuerpo astral a través de numerosos cuerpos físicos y personajes, un largo viaje desde nuestra naturaleza inferior o animal hasta nuestra naturaleza superior o divina.
El gurú Paramahansa Yogananda creía que todos los seres realizados (entre quienes contaba a Jesucristo o Buda Gautama) podrían recordar sus vidas. Afirmaba también que él podía recordar a voluntad sus vidas anteriores.
En cambio, al ser humano común no le ayudaría recordarlas, debido al peso emocional que le acarrearía. Por lo tanto, el recuerdo de esas vidas está oculto, pero guardado en la «memoria del alma» o en la mente hasta que la persona esté preparada para recordarlas sin daño emocional.
La mayoría de las escuelas budistas enseñan que mediante la meditación se puede llegar a un estado de superconciencia llamado nirvana(samadhienyoga), que es el fin de la existencia condicionada por el karma.
Por lo tanto, la práctica budista intenta que las personas alcancen un estado de paz y felicidad absoluta en esta misma vida. Algunas corrientes minoritarias, como la del budismo nichiren, entienden que no es posible escapar al ciclo de la reencarnación.
En el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.) no se menciona ninguna doctrina de retribución mágica, ni tampoco la reencarnación.
En el Rig-veda se menciona unas 40 veces la palabra «kárman» (cuyo nominativo es «kárma») pero sólo en su acepción como ‘trabajo’ o ‘acción’, frecuentemente utiliza en el contexto de los rituales srauta (los ritos típicos de la cultura védica: sacrificios de fuego en los que se mataban animales y se bebía la droga soma).