El gobierno de Rocha Moya en 30 días. Cogobernar, pero sólo con la sociedad

Alejandro Sicairos
02 diciembre 2021

A un mes de que Rubén Rocha Moya asumió el cargo de Gobernador de Sinaloa, pretender un balance estricto contendría la alevosía de la desesperación, sin embargo, aunque la revisión sea a botepronto, vale destacar pequeños vislumbres que, al ser tan oscuros los túneles en que destellan, hasta parecen resplandores. La enorme expectativa generada por el ciudadano, más que por el Mandatario, precisa de señales de esperanza que cualquier recuento honesto debe reconocerle.

Existen, por supuesto, elementos que requieran de la prueba del tiempo antes de los juicios adelantados. Por ejemplo, la presencia de ambiciones que en Morena o fuera de este partido pretenden instalarse por encima de quien constitucionalmente es el Gobernador necesitan de más días para ser desentrañadas en sus alcances o en los arrestos de Rocha Moya para ponerlas en el sitio que les corresponde. La hipótesis del cogobierno resalta los descomunales intereses en juego sin entender que éste es posible sólo cuando el poder se comparte con la sociedad.

En seguridad pública, inclusión de género, perfiles con reconocimiento social colocados en la función pública, mesura en el ejercicio del poder y guiños a la inversión privada, Rocha Moya ha dado muestras de la trasmutación del candidato huraño del Movimiento Regeneración Nacional al del Gobernador sensato que vela por todos los sinaloenses. Más allá de la tintura guinda que trae en la investidura se ha develado como factor de moderación de la fuerza política que detenta y muro de contención del dominio de alcaldes de talante autoritario.

En seguridad pública, el tema más delicado, todo indica que está configurando los esquemas y estrategias para hacerle frente a los diferentes tipos y niveles de violencia. A Rocha se le ve trabajando en dos frentes: seleccionar a los mejores perfiles para realizar esta labor y vigilando él mismo la coordinación entre la fuerza pública estatal, la Guardia Nacional, y la presencia militar. Por primera vez en mucho tiempo la acción conjunta con reacción rápida logró arrinconar a delincuentes para que dejaran libre a siete personas que habían privado de la libertad en Culiacán.

La reciente designación de Óscar Fidel González Mendívil como Rector de la Universidad del Policía, institución de nueva creación, denota el interés de cerrar la pinza del plan rochista para la pacificación de Sinaloa cuyos demás pilares son Sara Bruna Quiñónez Estrada en lo que corresponde a abatimiento de los índices de impunidad, y Ricardo Jenny del Rincón armando el pacto con la sociedad para la paz y Estado de derecho. En tanto, el Secretario de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda Camarillo, es la garantía de contar con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional para lo que se ofrezca en el combate al crimen.

En lo que tiene que ver con la reivindicación de la intervención de mujeres en el Gobierno, no hay dudas. Es histórica la participación femenina en posiciones importantes de decisión, desde María Teresa Guerra Ochoa, Graciela Domínguez Nava, Ruth Díaz Gurría, María Guadalupe Ramírez, María de Rosario Torres y Flor Emilia Torres al frente de las secretarías de la Mujer, Educación, Bienestar, Transparencia, Turismo y Pesca, hasta las que ocupan otros cargos de alto nivel como Patricia Figueroa en la Subsecretaría de Derechos Humanos

Tampoco el tremendismo tan pronosticado en la relación de Rocha Moya con el empresariado sinaloense ha adquirido carta de autenticidad. Al contrario, el puente de cooperación tendido hacia la Iniciativa Privada a través de Javier Gaxiola Coppel, Secretario de Economía, aportó a la confianza de que el sector negocios halle condiciones para detonar proyectos de inversión que los recursos públicos no harán al destinarse a obras pequeñas de sello social. Retener en Sinaloa la planta de amoniaco, implementar oportunidades de negocios como el crucero turístico del Mar de Cortés, o las terminales ferroviarias y portuarias en la meseta de Cacaxtla son algunos rasgos de lo que serán las políticas de desarrollo económico en el sexenio 2021-2027.

Una evaluación más general, que enfoque la obra política de Rocha Moya, trae la complejidad de caer en la trampa del cortoplacismo ya que todavía están en fase embrionaria los ajustes del estilo y los acomodos de lealtades y oposiciones. Aquí únicamente se tiene la conjetura del control absoluto donde los contrapesos están débiles y la independencia entre poderes desvanece cuando más debieran operar los equilibrios. ¿Es normal tratándose de la curva de aprendizaje o el período de inducción de la 4T en Sinaloa? Pronto lo sabremos.

Por eso de los 30 días transcurridos tomamos por lo pronto los asomos de la transformación que nos distraigan de la ruta de la descalificación a priori. Rocha Moya posee intacto el bono de la confianza popular y serán sus actos los que irán fortaleciendo o debilitando esa franja que es también de esperanza. Algunos dirán que tienen muchas razones para perder la fe en la llegada de la 4T a Sinaloa, pero sólo recordemos que una mayoría incuestionable lo eligió Gobernador y que Roma no se hizo en un día.

Dejen el queso en el zarzo,

Que se acabe de secar,

Y en vez de desesperar,

Esperen los idus de marzo.

En noviembre también fue calado el temple de Héctor Melesio Cuén Ojeda en una Secretaría de Salud diezmada por pandemia, recortes presupuestales, sindicato rehén del grupo enquistado desde hace 15 años, rebrotes de dengue, desabasto de medicamentos y, para acabarla de amolar la traición política que le asestó el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez. Está resistiendo en un ámbito que en todos los sentidos le es hostil y a como se ven las cosas hasta le ha agarrado sabor, pulso y cariño al cargo que presenta más carencias que la despensa de un hospicio. ¿Está naciendo un nuevo Cuén para los nuevos tiempos? Es pregunta, no se alebresten.