El fascismo que se asoma
En la columna de la semana pasada escribí que la corrupción era ambidiestra, pues respondía a la derecha o a la izquierda, haciendo referencia a la posición “ideológica” aparente de los gobiernos, esta semana en el mismo tenor, puedo asegurar por evidencia histórica que el fascismo también.
No pretenderé definir en este artículo un tema que se habría de desarrollar en un ensayo sobre las distintas variables presentes en nuestra sociedad y que han permitido el resurgimiento del fascismo en países de avanzada, específicamente europeos, con historias que deberían estar aún frescas de cara a lo que estos dictadores le hicieron a cada uno de sus países, y de lo que estos neo-fascistas o nuevos fascistas pretenden presentar. Pero como, por lo menos la historia occidental nos muestra, se está replicando este ascenso en América, desde el Norte, hasta el Sur, y como lo dije anteriormente sin importar la ideología pues han venido de gobiernos de izquierdas y de derechas.
Pero, ¿cómo podríamos identificar un movimiento o un personaje fascista? ¿Existen algunas constantes que nos puedan hacer prender las alarmas?
Jason Stanley dice que sí, Stanley es un filósofo y profesor de la Universidad de Yale. Es conocido por su trabajo en filosofía del lenguaje y filosofía política, está última con dos ensayos muy populares: “How Propaganda Works”, “Cómo funciona la propaganda”, y “Fascism: What it is and how to fight it”, “Fascismo: Diez conceptos clave para entender el auge y los peligros de los nuevos tiranos del mundo”.
En este último argumenta que es importante conocer y reconocer las estrategias y tácticas del fascismo para poder resistirlo y contrarrestarlo de manera efectiva. Propone que la educación, la promoción de la igualdad y la SOLIDARIDAD, así como mantener una vigilancia constante, son herramientas esenciales para combatirlo.
En este ensayo también presenta alertas específicas:
- Utilización del nacionalismo.
- Supremacía racial y xenofobia.
- Manipulación del lenguaje.
- Desprecio por la verdad y la objetividad.
- Uso de la violencia y la intimidación.
Es decir, ojo con aquellos movimientos y candidatos que presenten estos elementos en sus narrativas, debemos tener una especial vigilancia en esto, las libertades en las democracias son fundamentales y recurrir a figuras como la de Maduro, Morales, Bukele, Bolsonaro o Milei, por mencionar algunos, no son más que el momento más alto de la desesperación en América Latina.
La seducción del fascismo es peligrosa, porque hace pensar que el oprimido no serás tú ni los tuyos, te seduce al oído diciéndote “tú eres el bueno, el moral y los demás son los malos, los inmorales, y por lo tanto deben de ser restringidos, castigados, inmovilizados, encerrados o expulsados”, y en esta retórica peligrosa se termina por cooptar la libertad y seguridad, no solo la de aquellos que nos prometieron recibirían castigos, sino a conveniencia del dictador en turno, podríamos ser los siguientes.
El ensayo de Stanley, destaca la responsabilidad individual y colectiva en la lucha contra el fascismo, a través de la defensa de los valores democráticos que son fundamentales para preservar una sociedad justa y libre.
Es este último llamado con el me voy a quedar, entre más y mejor organizada estén nuestras comunidades en lo local, podemos identificar como incidir más profundo y más lejos en nuestros estados y nuestros países, o por lo menos, ese es el sueño de la lucha, la lucha por un lugar más justo, más incluyente, y más seguro para todos.
Es cuánto.
Gracias por leer hasta aquí, nos leemos pronto.
Este fin de semana habrá un curso gratuito Derechos y Responsabilidades Ciudadanía Ambiental, impartido por Manuel Tripp. Más información al whatsapp: 6691 381818, convoca el colectivo Maz Orden.
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@isaacarangureconacentoenlae