El ejemplo de la Meché

Rodolfo Díaz Fonseca
11 marzo 2020

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Justo y merecido el reconocimiento que hizo el Congreso del Estado a la luchadora social, activista y defensora de los derechos humanos, Mercedes Murillo Monge, “la Meché”, al otorgarle la Medalla De Honor Dra. Norma Corona Sapién, en su primera edición.

Nació en Culiacán el 7 de abril de 1936 en una casona ubicada por la calle Ángel Flores 352 poniente. Sus padres, Arturo Murillo y Mercedes Monge, procrearon 10 hijos, a quienes educaron con amor e inculcaron el cariño y respeto a cualquier persona sin importar su condición económica, social o educativa.

Contrajo matrimonio con Abelardo Esquer y tuvieron cinco hijos: Abelardo, Mercedes, Arturo, Lourdes y Humberto. Cuando sintió que ya los había formado decidió cursar la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Sinaloa y se graduó a los 50 años, con el propósito de defender a los pobres y desamparados y ser voz de los que no tienen voz.

Meché expresó que hace más de 60 años inició su trabajo social apoyando a las parejas para regularizar su matrimonio civil, de manera que pudieran ser reconocidos sus derechos.

Indicó que muchos funcionarios al verla defender a los pobres o presos le decían: “¿Ahora, con qué asunto vienes, Meché? ¿No tienes otra gente qué defender, nomás que a los que no tienen recursos?”. Además, recordó que en muchas ocasiones el mensaje fue intimidante: “Bájale”, y con voz entrecortada mencionó el asesinato de su hermano Ricardo.

Rememoró que en 1992 defendió el voto popular con un plantón de 60 días en el Ayuntamiento y, posteriormente, fundó el Frente Cívico Sinaloense con el Padre Antonio Díaz Fonseca y otras personas.

Lamentó no haber tenido más manos para ayudar a otras personas y rubricó: “¡No tengan miedo, hay que ayudar!”

¿Imito su ejemplo?