El cruel desabasto de agua en Navolato
Municipios en crisis; alcaldes pedinches
Más allá del riesgo colectivo que representa cortarles el suministro de agua potable a los habitantes de veinte comunidades de Navolato, en medio de una pandemia y del quemante verano, la concatenación del abuso de la Comisión Federal de Electricidad con la negligencia de parte del Alcalde Eliazar Gutiérrez Angulo avisa de la crisis financiera en cadena que se cierne sobre los ayuntamientos sinaloenses, que deriva del recorte presupuestal a los gobiernos estatales y de la insensibilidad federal frente a lo municipal.
Sin ser nueva la apatía que sobre Sinaloa muestra la CFE que dirige Manuel Bartlett Díaz, el otrora funcionario priista desprestigiado que ahora cruza la Cuarta Transformación blanqueando su negro plumaje, la arbitrariedad de hacer que paguen por los platos rotos quienes menos la deben es una luz de alerta, amarilla transitando a rojo, de la bancarrota de las comunas que de aquí a diciembre será de alta dificultad.
Es decir, en la coyuntura del cierre de la administración estatal, al actual Gobernador Quirino Ordaz ya no le corresponderá realizar el clásico rescate de ayuntamientos que cada diciembre no tienen ni para pagar la nómina. La complicación caerá en manos del Mandatario electo, Rubén Rocha Moya, y en la eventualidad de que el Gobierno Federal lo saque del atolladero al tratarse de uno de los suyos puesto que es políticamente afín al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
No obstante los apoyos comprometidos por la Federación una y otra vez para las grandes obras que son las presas Santa María y Picachos con sus correspondientes redes de riego, y el puente sobre la Huites que es parte de la carretera Topolobampo-Ojinaga, la primera y gran complicación para la instalación de la 4T en el Gobierno de Sinaloa consistirá en echarle la mano a municipios endeudados, con deficiente recaudación propia y que ya saben que sus desórdenes administrativos de todo el año son resueltos en el último mes por el Gobernador en turno.
Tal vez seguros de que el auxilio siempre les llega, los presidentes municipales se han echado la cola al hombro en lo que respecta a ajustar sus ingresos a la medida de los egresos. Aparte de ponerle trabas a la inversión privada, como es el caso de Culiacán donde Jesús Estrada Ferreiro eliminó los estímulos a nuevas empresas nacionales o extranjeras que traen empleos y pagan impuestos, o Luis Guillermo Benítez Torres que se la pasa cobrándoles facturas políticas a empresarios ya establecidos que fortalecen la economía mazatleca, los alcaldes no ven más allá de sus fobias y filias. No hasta que las dificultades se les convierten en crisis.
Lo ocurrido en Navolato se resolverá con la misma fórmula mágica del socorrismo estatal. Ya dijo Quirino Ordaz que cooperará para cubrir el adeudo que el Ayuntamiento tiene con la CFE y vuelva la electricidad al sistema de distribución de agua para consumo humano, pero es probable que se le endose al Gobernador todo el pago de los 9 millones de pesos pendientes de saldar. O bien que se aplace la negociación y le toque a Rocha Moya responder por la dañina desidia de Eliazar Angulo y la ruda cobranza de la compañía de luz.
Pero tanto va la balsa al náufrago que llega el momento en que se rompe y se hunde. Será necesario detectar y corregir el punto en el que se pierde la coordinación entre Federación, estados y ayuntamientos poniendo en peligro la sobrevivencia de la célula más cercana a los ciudadanos, que es el municipio, y atrofiándole la vida a las menos culpables de todo esto: las familias sinaloenses.
Todo esto pone sobre la mesa el replanteamiento del trato a los municipios en lo concerniente a las finanzas públicas. La mendicidad de administraciones municipales, que andan rogando hasta por dinero para pagar la luz, le resta dignidad a la institución más pequeña de los tres niveles de gobierno constitucionalmente reconocidos. Aunque, yendo más a fondo, se nota la ausencia de medidas de austeridad o de buena administración en las paramunicipales, en este caso las juntas de agua potable. Deberían recibir capacitación de Jesús Higuera Laura, quien nunca ha tenido que pedir limosna para garantizar el funcionamiento de la JAPAC.
Y otra cosa: el Congreso del Estado debe jalarle las orejas al Alcalde de Navolato por el descuido de un asunto tan vital como es el abasto de agua a la gente. Haya sido como haya sido, dejó de cubrirle las tarifas a la CFE, tal vez creyó que por ser parte del grupo político que gobierna en México le exonerarían el pago, y tal exceso de burocratismo puso en riesgo la salud de los navolatenses en plena sequía, pandemia y calor infernal.
Pues son bastantes las tuercas flojas que le tocará ajustar a Rubén Rocha para evitar que el aparato estatal se destartale desde lo municipal repercutiendo en la estabilidad de lo estatal. Con alcaldes de parapeto, que en vez de resolver lo suyo proceden a empeorarlo, podría llegar el momento en que exclame “¡No me ayuden, morenos!”
Con esta crisis que se fragua,
Parecieran ser las metas,
Que alcaldes les lleven agua,
A sus gentes en cubetas.
En el contexto de la afectación al derecho de los navolatenses por servicios públicos eficientes, la bancada del Partido Revolucionario Institucional en el Congreso del Estado apretó fuerte sobre otra llaga del trato diferenciado que la 4T otorga a los mexicanos. El presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Jorge Rodríguez Ayala, se refirió a “la doble moral que aplica la CFE, ya que en Sinaloa cortó la luz en Navolato por falta de pago, eliminando el suministro de un bien tan necesario como es el agua, y en Tabasco, por el contrario, condonó el pago a miles de personas además de fijarles las tarifas más bajas”. Y cuestionó si el hecho de dejar sin el vital líquido a los más pobres corresponde al compromiso de AMLO de gobernar para los sectores desprotegidos.