Educación en Sinaloa, incentivos torcidos

Jesús Rojas Rivera
05 mayo 2023

jesusrojasriver@gmail.com

Según el Banco Mundial, nuestro país tiene un retraso educativo de dos años escolares. Los y las alumnas que van en sexto de primaria alcanzan apenas aprendizajes y conocimientos de cuarto, los de tercero de secundaria apenas conocen lo propio de primero. ¿Qué está pasando en Sinaloa? ¿Qué datos podemos tener los padres de familia respecto a los aprendizajes de nuestros menores? Mexicanos Primero presentó hace unos días el Índice Global de Aprendizaje con resultados muy interesantes para el análisis.

El IGA es, como lo indica el académico e investigador Ángel Leyva, una mirada a la educación desde una perspectiva municipal partiendo de “un modelo de integración de evidencias”. Evaluar es el único camino para mejorar lo implementado, dicen los teóricos de las políticas públicas. Las evaluaciones transparentes, con suficiente rigor metodológico y fuera de sesgos electorales son las más valiosas para tener diagnósticos sobre el estado de salud de las instituciones. ¿Cómo está la salud de la educación en nuestra entidad?

Sinaloa tiene 5 mil 977 escuelas, con 581 mil 155 alumnos de educación básica, así como 32 mil 163 docentes. La última evaluación nacional de aprendizajes Planea reportaba que el 43.3 por ciento de los estudiantes de educación secundaria en Sinaloa tienen resultados insuficientes en matemáticas y 26.6 por ciento en lenguaje y comunicación. Aun con ello, Sinaloa está en un lugar privilegiado respecto al resto de las entidades federativas.

En Sinaloa la evaluación del Índice Global de aprendizaje arroja que en el apartado “desempeño por lectura” los alumnos de los municipios de Escuinapa, Ahome y Culiacán tuvieron los porcentajes de respuestas más altas, mientras que en El Rosario y Elota se tienen grandes deficiencias en la comprensión de lo que leen. En matemáticas las pruebas indicaron que Navolato es el único municipio sobresaliente, mientras que Elota es también el que presenta el mayor rezago en los aprendizajes de sus alumnos. ¿Qué está pasando en Elota?

Pero no sólo es lo que aprenden los alumnos, sino el entorno en donde lo aprenden. Y acá los resultados son preocupantes. Doce de 18 municipios presentan carencias en servicios básicos en el hogar y las escuelas. Choix, El Fuerte, Badiraguato y Escuinapa son los municipios en donde los alumnos y alumnas tiene mayores carencias de confort. Y aquí quiero puntualizar, confort no son sillas o pupitres con asientos de piel, o acceso a garrafones de agua de manantial, tampoco habla de pisos de mármol y acabados de lujo en los baños de las escuelas públicas. Confort es lo mínimo indispensable que se requiere para estar en aulas de calidad, con agua y papel higiénico en los sanitarios escolares, mesabancos en condiciones y sin riesgo de que el techo de la escuela se te desplome encima.

Mientras estos datos se presentaban y algunos funcionarios no daban crédito a los hallazgos, la realidad de nuevo los salpicaba a la cara. En Escuinapa, municipio con alumnas y alumnos sobresalientes en comprensión lectora, varios grupos tomaban clases debajo de un árbol porque las aulas de su escuela se están cayendo a pedazos. Y no se trata de una escuela lejana, allá en la inaccesible sierra, se trata de la Escuela José G. Gutiérrez, una de las más céntricas de la municipalidad.

Pareciera una lógica de incentivos retorcidos pensar que a quienes mejor le va en las evaluaciones peor les va en las condiciones de las instalaciones educativas. De la misma manera, darnos cuenta que mientras la gran mayoría de los profesores que se esfuerzan por dar los conocimientos a sus alumnos y, muchas veces tienen que presentar horas extras -sin paga- para ponerse a la altura de las necesidades de sus educandos, hay legisladoras en nómina de maestros que practican la aviación de plazas y la asignación discrecional de sus espacios en aula con tal de no perder el hueso. Tanta es su hambre que prefieren demeritar la calidad educativa que dejar la materia para que otros con mayores vocaciones y talentos las impartan. Dato final: Mientras un profesor de secundaria gana en promedio 12 mil pesos mensuales trabajando de lunes a viernes, un legislador local gana 120 mil pesos más viáticos y prestaciones, sesionando únicamente los martes y jueves en dos periodos legislativos al año. Luego le seguimos...