Dueños profesionales
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Es sorprendente que la Dueñez se siga aprendiendo solo empíricamente.
El Instituto para Preparar Herederos, de California, calcula que en los Estados Unidos el valor patrimonial total que se habrá heredado y donado en la primera mitad de este siglo será superior a 36 trillones de dólares. Esto es un valor equivalente a 9 veces el PIB de toda América Latina. Esto es mucho más de la tercera parte de la economía de todo el mundo.
¿Y qué sucederá con toda esa riqueza? La estadística reciente nos dice que más de las dos terceras partes de ella no se transferirá exitosamente, es decir, se perderá o cambiará de propietarios. No llegará a manos de la siguiente generación.
Buena parte de esa pérdida podrá atribuirse a cambios en el entorno, pero la mayor parte se destruirá debido a la incapacidad de los herederos de conservarla y multiplicarla.
Esto evidentemente tiene que ver con que la Dueñez no se confiere con los títulos de propiedad, es más que un asunto jurídico-patrimonial. No es tarea fácil lograr que quienes heredan riqueza sean capaces de cuidarla y crecerla.
Muchas familias empresarias definen criterios para formar a los hijos para participar en los negocios. Generalmente estos criterios incluyen el estudiar una carrera y una maestría, el haber trabajado en otras compañías donde aprendan a ser responsables y a ser respetados por sus propios méritos, el pasar ciertas pruebas psicológicas, el trabajar seriamente con un coach personal en su propio proceso de crecimiento, entre otros.
Pero la verdad es que muchas de estas cosas enseñan a los sucesores a trabajar, a dominar ciertas áreas de las empresas y, si acaso, a dirigir y tomar decisiones. Todo eso forma a los jóvenes para ocupar puestos ejecutivos de cada vez mayor responsabilidad. Pero a la hora de asumir el rol de dueño las familias se dan cuenta que ese papel no lo aprendieron a desempeñar ni en las universidades ni en las trincheras de la operación de los negocios.
La gestión de la Dueñez no se aprende dirigiendo negocios. Son cosas distintas. Una cosa es gestionar la eficiencia económica de la organización y otra cosa es gobernarla. Este asunto consiste en definir un propósito trascendente y conducir el manejo del patrimonio hacia un destino acordado entre todos.
No hablamos del management, sino del management del management, del gobierno del equipo directivo y de toda la organización hacia el futuro elegido de manera colegiada.
Siempre hemos pensado que las escuelas de negocios no son formadoras de empresarios. En realidad son educadoras de directivos, de gerentes, de ejecutivos. No hay escuelas para dueños. Éstos terminan aprendiendo por contagio y a través de prueba y error.
Ni siquiera hay un marco conceptual para que los propietarios sepan enmarcar sus responsabilidades y decisiones para facilitar su propio desarrollo personal. Se parte erróneamente de que la cúspide de la organización se ubica en el CEO, en el Director General o Presidente Ejecutivo.
Aún así la Dueñez se ejerce en todas las organizaciones, de manera individual o solar, de forma estructurada e institucional, o actuando improvisadamente y por intuición. Las empresas, en su inmensa mayoría, son gobernadas sin que sus máximos líderes tengan conciencia que lo están haciendo, y sin que cuenten con un respaldo para profesionalizar y optimizar esta gestión.
Pues ahora hemos desarrollado una especialización universitaria para cubrir este vacío global. Hemos creado una alianza con EUNCET Business School, de la Universidad Politécnica de Cataluña, para ofrecer un Máster Ejecutivo en Dueñez y Gestión del Valor. Este programa se llama Executive Master in Ownership and Value Creation.
Esta maestría está dirigida a empresarios, consejeros, sucesores, consultores y directivos que tengan verdadera influencia en el ejercicio de la Dueñez, y que quieran crecer en este estratégico rol.
Su objetivo es formar a líderes capaces de gestionar oportunidades y riesgos estratégicos, que comprendan los sistemas de gobierno de una empresa familiar y su dinámica en torno a la creación de riqueza y la construcción de armonía entre sus miembros.
Esperamos contribuir con nuestro grano de arena en la formación de muchas generaciones de “dueños profesionales”.
Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM.
* “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois