¿Dónde quedó la bolita? Infraestructura educativa: SEPyC e ISIFE

Ángel Leyva
05 octubre 2022

Desde hace varias semanas, la infraestructura educativa ha sido un tema de gran relevancia en la agenda pública. El Gobernador Rocha Moya ha sido firme e insistente para que la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC) y el Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa (ISIFE) comuniquen y sean transparentes sobre aquellas escuelas que son y serán rehabilitadas.

El Gobernador ha llamado la atención de los funcionarios y ha reconocido una falta de articulación en la información que manejan ambas dependencias. Lo anterior fue más evidente al no tener claridad sobre la cantidad de escuelas que serían atendidas en su rehabilitación eléctrica para lo cual solicitó la colocación de lonas en cada plantel las cuales explicaran que las reparaciones estaban en proceso.

Después de las llamadas de atención y el cese de algunos funcionarios, apenas en la conferencia semanera del 3 de octubre se mostró mayor claridad sobre la situación en materia de infraestructura escolar en el estado. Sin embargo, siguen surgiendo varias dudas con respecto a la información que se había manejado previamente.

El pasado mes de mayo, la SEPyC dio a conocer que había 2,700 centros de trabajo con necesidades de infraestructura, para lo cual se tenía contemplado un plan de inversión de casi 40 millones de pesos. Con la nueva información presentada se señala que son 3,988 inmuebles que reportan necesidades y hay un esfuerzo por invertir 130 millones para la atención eléctrica en 156 planteles. Además, sumando los recursos del Plan General de Obra, los recursos materiales de SEPDES y las escuelas en proceso de asignación, se tendría un total de 190 escuelas que serían atendidas.

El aumento al presupuesto para mejorar las condiciones de las escuelas es fundamental. No obstante, no puede minimizarse el hecho de que SEPyC e ISIFE no trabajen juntos para comunicar adecuadamente a la sociedad. En Mexicanos Primero Sinaloa detectamos este problema cuando realizamos dos solicitudes de acceso a la información, una para cada sujeto obligado. En éstas identificamos que algunos de los datos que manejaba cada institución era incongruentes en cuanto al número de planteles atendidos, así como las fechas de inicio de las obras, las que se encontraban en proceso y aquellas que habían concluido.

Es importante destacar que, aunque la SEPyC puede planear y proponer la atención a las necesidades de infraestructura que requieren las escuelas es ISIFE la instancia ejecutora. Los recursos de este organismo provienen del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) pertenecientes al Ramo 33 y de acuerdo con el artículo 2 de su decreto de creación publicado en el Periódico Oficial del Estado (POES), el instituto tiene la encomienda de la construcción, equipamiento, mantenimiento y rehabilitación de los inmuebles e instalaciones educativas. De esta manera se propicia que los estudiantes tengan espacios que cuenten con las especificaciones técnicas emitidas por las normas mexicanas, asegurando de esta manera su calidad para coadyuvar a su seguridad y aprendizaje.

Un punto que debe considerarse es que otro tipo de recursos como los provenientes del Programa La Escuela Es Nuestra no dependen de ISIFE. Sin embargo, el organismo puede participar en la certificación de las obras que los Comités Escolares de Administración Participativa decidan implementar. La infraestructura educativa es un elemento trascendental para mitigar los efectos que la pandemia ha dejado en las escuelas. Muchos estudiantes no han podido regresar en condiciones dignas. Por tal motivo, más que “echarse la bolita” se requiere una estrategia que articule los esfuerzos de todas las autoridades educativas involucradas. No tendría que ser necesario que los ciudadanos soliciten a través de plataformas de transparencia las escuelas que serán atendidas. Es urgente un padrón público, oportuno y de calidad. Comunicar también es parte de la tarea de gobernar y hacerlo nos favorecería a todos.