Discapacidad del alma
Pilar Sordo es una psicóloga, conferencista y escritora chilena que, en un video que circula por redes sociales, narró la historia de un hombre ciego. Su nombre es Jaime y tenía 40 años cuando fue a consulta porque sufría una gran depresión.
Al comenzar a tratarlo, le dejó como tarea tomar nota de todas las cosas buenas de su día (tenía quien escribiera lo que le dictaba). Sorprendida, lo vio llegar una semana después con un maletín que contenía cuatro cuadernos empastados.
Bastó que leyera dos páginas del primer cuaderno para que Pilar comenzara a llorar. Jaime le preguntó qué sucedía. La psicóloga respondió: “Yo no veo nada de lo que tú ves, y tú no ves, y yo sí. Entonces, no entiendo nada”.
Al decir esta anécdota en una conferencia, dijo que citaría solamente algunas cosas que Jaime registró: “La temperatura de la ducha en la mañana; la maravilla de secarse el cuerpo con una toalla seca; el poderse meter a una cama con sábanas limpias; el poderse acostar con un pijama limpio; el olor a pan tostado; la textura de la salsa de tomate a la hora del almuerzo; el sol pegándole en la cara cuando camina; el olor a jazmín...; la gentileza de una cajera en el supermercado”.
Pilar se volvió a su concurrencia: “Cosas que todos los que estamos aquí vivimos por montones todos los días; pero, como nosotros somos al máximo de inconformes, no vemos nada. Por eso tenemos una generación de niños tremendamente malagradecidos... con una sensación de autoridad increíble, porque no han aprendido a valorar nada de lo que tienen. Y eso es producto de nosotros... porque nos hemos vuelto cada vez más insatisfechos... No registramos lo que tenemos, sino lo que nos falta”.
¿Padezco discapacidad del alma?