Dicen...
El paso de la digitalización de los trámites burocráticos ante las instituciones gubernamentales, avanza a pasos agigantados y se entiende que es consecuencia de la modernización de los sistemas, con el propósito de que los entes públicos consigan una mayor eficiencia en la realización de sus funciones, y de paso, se supone, facilitarle a la ciudadanía la interacción con las dependencias públicas.
Por supuesto, el avance tecnológico requiere que los usuarios cuenten con herramientas para entrarle a la tramitología digitalizada, como son computadora y teléfono celular equipado con sistemas compatibles con el ámbito virtual gubernamental, además de contar con una dirección electrónica para recibir los avisos de envíos institucionales.
La recepción de toda esta dinámica tecnológica por parte de una población que, en su mayoría, bien sea por la edad, por la escolaridad o por falta de recursos económicos, se encuentra rezagada de la tendencia modernizadora, circunstancias que a los diseñadores tecnológicos les vale un cacahuate. Contar, por ejemplo, con un teléfono celular con la capacidad suficiente para conectarse con los sistemas gubernamentales, no es nada barato.
Entre las herramientas que han implementado las autoridades recaudadoras, así como las instituciones de prestaciones sociales como el IMSS y el INFONAVIT, está el llamado Buzón Tributario, un receptor digitalizado en el que los contribuyentes patronales reciben todos los avisos y requerimientos que les giran las autoridades; asimismo, también sirve para realizar trámites ante ellas.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) fue el iniciador de dicha herramienta y, para que los contribuyentes tengan acceso al mismo, tienen que gestionar una firma electrónica; una tarea que puede tomar varias semanas, ya que la demanda de los usuarios, y las fallas constantes de los servidores del SAT, significan todo un embrollo para los solicitantes.
Bueno, pues resulta que, en algunos medios digitales, se ha comentado que al equipo de sistemas de tecnología del IMSS, se les ha ocurrido, que los pensionados tienen que tramitar la apertura de su buzón electrónico, otorgándoles para ello, un plazo que fenecerá el mes de febrero del próximo año, con la advertencia de que a todos aquellos que no cumplan con lo instruido, se les suspenderá el pago de la pensión mensual. De cumplirse, seguramente el número de afectados será muy significativo, por la falta de orientación, conocimientos y recursos de los destinatarios.
De cumplirse el despropósito, para que un pensionado pueda abrir su buzón digital ante el Seguro Social, tiene que contar con firma electrónica vigente ante el SAT. De no contar con ella, tiene que gestionar, vía electrónica, una cita para su obtención; obviamente, hay que contar con Registro Federal de Contribuyentes y un correo electrónico; por supuesto, tener una computadora, o en su caso, procurar quien lo auxilie, así como una buena dosis de buena suerte para conseguir turno, digamos, en unos 15 días.
Una vez que se consiga la cita, bajar un programa del SAT a una memoria extraíble, un comprobante de domicilio, una identificación oficial, normalmente la credencial del INE, así como la CURP y un celular equipado con el sistema necesario para hacer enlazarse con el mundo digital del SAT.
Dicen que cuando el río suena agua lleva; esperemos que, en este caso, el refrán no se cumpla. ¡Buenos días!
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