Desprotegidos profesores de asignatura

Emiliano Terán Bobadilla
02 diciembre 2024

El grupo de profesores de asignatura es uno de los más comprometidos de la Universidad Autónoma de Sinaloa. No obstante, también es el sector que ha sufrido más intensamente el impacto negativo de las políticas educativas implementadas por la administración actual.

Sobre ellos recae la mayor parte de la carga académica de esta centenaria casa de estudios. Paradójicamente, su dedicación y esfuerzo no han sido reconocidos de manera justa. Por el contrario, enfrentan una alarmante combinación de incertidumbre laboral, sobrecarga de trabajo y condiciones salariales precarias. El aspecto salarial es especialmente preocupante, pues no solo afecta su calidad de vida, sino también su capacidad para desempeñar sus funciones de manera óptima.

En el año 2023, la UAS contó con un total de 5,949 profesores de asignatura registrados. Mientras se contaba con 1,577 profesores de tiempo completo. Prácticamente hay cuatro profesores de asignatura por uno de tiempo completo. Asimismo, la planta docente de asignatura ha experimentado un crecimiento de 307.78 profesores por año, lo que representa una tasa de crecimiento anual del 6.28 por ciento en los últimos años. Esto representa una tasa de aumento anual del doble comparado con los profesores de tiempo completo, este incremento resalta la creciente dependencia de la universidad en los profesores de asignatura para la cobertura académica.

Más cuando la UAS delega en ellos la carga principal de la docencia. Sin embargo, a pesar de constituir la mayoría del cuerpo docente y sostener el peso educativo, la compensación y apoyo que reciben son considerablemente limitados. Además de ser escasos los incentivos económicos, enfrentan una notable inestabilidad laboral. Muchos permanecen durante años, incluso más de dos décadas, sin recibir un nombramiento formal que asegure su posición y derechos laborales. Así como sus horarios de clases quebrados, un curso por la mañana y otro por la tarde, descontrolan su rutina diariamente.

En términos salariales, los profesores de asignatura tampoco reciben lo justo. Sus ingresos varían según las horas asignadas; por ejemplo, por 5 horas semanales ganan $2,569.40 mensuales, por 10 horas $4,191.80 y por 30 horas alcanzan los $15,416.40 al mes. Generalmente, un curso se diseña para impartirse en 5 horas semanales; por lo tanto, un profesor con 30 horas semanales estaría impartiendo 6 cursos como mínimo. Esta estructura resalta la pesada carga docente que sobrellevan a cambio de una remuneración que no refleja el volumen y la complejidad de su trabajo.

La mejora de las condiciones laborales de los profesores de asignatura, transformándolos en profesores de tiempo completo, es una medida viable y urgente. Actualmente, los profesores de asignatura en la UAS (5,499 en total) generan un gasto anual aproximado de 578 millones de pesos, suponiendo el mismo número de profesores con 5, 10 y 30 horas de carga semanal.

Si se convirtiera de profesores de asignatura a profesores de tiempo completo (Asociado A), con un salario mensual de $16,647.86, el gasto proyectado alcanzaría los 1,188 millones anuales. Aunque esto representaría un aumento en la nómina, el factor de crecimiento sería poco más de 2 veces el gasto actual por la nómina de asignatura, lo cual resulta viable considerando el presupuesto anual de la universidad, que supera los 10 mil millones de pesos.

Además, si reducimos los gastos en otros rubros, como los costos en “Servicios personales”, que fueron de 6,622 millones de pesos en 2022, podríamos beneficiar a toda la planta docente de asignatura con solo el 10 por ciento de este rubro. Por supuesto, hay otros montos a considerar, como el pago de aguinaldos, aunque también otros rubros por optimizar. Por lo que sigue siendo viable proporcionar apoyo a los profesores de asignatura. Es urgente iniciar esta discusión al interior del centro educativo.

Este cambio en los nombramientos sería clave no solo para mejorar la calidad de vida de los docentes de asignatura, sino también para enfocar su contribución a otras tareas sustantivas para la UAS, como la investigación y la difusión de la cultura, que actualmente son prácticamente imposibles de llevar a cabo por la excesiva carga de trabajo. Además, la estabilidad laboral que ofrecería este cambio fortalecería el compromiso de los docentes con la institución, mejorando la calidad educativa en general.

Los profesores universitarios, sin importar nombramiento, antigüedad o nivel académico, debemos integrarnos en un grupo sólido que defienda los intereses comunes. Solo unidos, protegiendo nuestros derechos, lograremos salarios dignos y condiciones laborales justas.

eteran@uas.edu.mx

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