Desprestigiar no es buen camino

14 marzo 2020

""

Cuauhtémoc Celaya Corella

celayacorella@hotmail.com

Lo expresado por el colectivo de mujeres se cumplió el día 9, pero no contaban con que grupos violentos se incrustarían en la marcha con un solo propósito: desprestigiarlo para que el Presidente tuviera un botón para seguir atacando a las mujeres en su demanda de justicia para los feminicidios. Un cardenal en retiro y un sacerdote en funciones que siempre había manejado un perfil de activista a favor de los migrantes, criticaron el movimiento desde el inicio. Dejaron correr versiones que las feministas lo que buscaban son parcelas de poder y buscar que el aborto se legalice.

No habían pasado 24 horas del suceso cuando las redes sociales mostraban la otra cara. Que en vehículos del gobierno de la CDMX se había transportado a las que se identificaron con un paño verde y eran quienes con rostro cubierto pintaban y hacían desmanes ante una multitud que debió haber superado las cien mil mujeres.

En el Zócalo, una mujer detonó una bomba molotov frente a catedral. Las redes mismas se encargaron de difundir el rostro, y a mitad de semana la ubican como activista de Morena en Veracruz. Los destrozos en Hermosillo y Zacatecas se presentan frente a la catedral del lugar e irrumpen en pleno evento del culto, amenazando, injuriando a los fieles pacíficos que no tienen culpa alguna. El mismo esquema, mujeres encapuchadas con algún distintivo y creando pánico y confusión.

Alguien preguntó ¿qué gana el gobierno con esos desplantes? Y la respuesta a la inversa llega pronto. Cae en la preferencia el Presidente, y como leía en una nota de un conocido articulista, el enemigo principal del Presidente Andrés Manuel López Obrador, es el candidato Andrés Manuel López Obrador. Es decir, el Presidente no ha terminado su campaña y no se da cuenta que es el Presidente. Sus acciones así lo dibujan.

Se filtró también que en algunas secretarías de estado se hizo un censo de las mujeres que el lunes no se presentaron a trabajar en apoyo al paro nacional. Ese censo fue archivado para sacarlo y enseñarlo a quien solicite ascenso, mejora de sueldo o cualquier otra prestación. La 4T demuestra que también sabe acosar y desprestigiar mujeres.

Tenía razón su slogan de campaña: juntos haremos historia. Y vaya que la están haciendo. Ante su positivo de no ser corrupto en términos de sacar dinero del erario, sí en cambio está con muchos negativos en su trabajo de administrador de la empresa nacional. Lo muestra indiferencia a los problemas, su falta de visión política, viola leyes y reglamentos de la administración pública, no se ciñe a lo que señala la Constitución, y va en busca del poder omnímodo, para luego tal vez, extender el mandato.

La iglesia católica es su enemiga, Europa no es su amiga, la América española no le complace, Asia está tan lejos y él no saldrá por temor a no dar el nivel de Jefe de Estado, y sus miedos perfilan el ejercicio del poder. Esconde su familia, por lo tanto la familia para él no vale. Sólo la utiliza. Habla de personajes bíblicos y sólo deja una falsa imagen de ser cristiano. Evoca al diablo en las fallas que él mismo comete y pareciera ser que su único compromiso es con AMLO.

Por eso, desprestigiar es la estrategia. No siente a los símbolos patrios. Y en alguna manifestación, vería bien que encapuchados o encapuchadas tiraran monumentos emblemáticos: el Ángel, el hemiciclo, la Diana, se mancillara el lábaro patrio y se excluyera para siempre el himno nacional, el cual Inge, no lo canta en los pocos eventos cívicos a los que ha asistido en casi 16 meses de gobierno. Cuando ha tenido que ir al Campo Marte a alguna celebración, observa su lenguaje corporal, manifiesta enojo, incomodidad por ir escoltado por dos oficiales uniformados.

No habrá, como dicen muchos, una vuelta al pasado. Morena no es la reinvención del PRI como creen algunos. Es en el Presidente, la misión destruir todo para construir, según lo que él ve en su miopía política y en su falsa moral. Un país bajo su yugo único, ignorando las leyes del mercado y la existencia de un conglomerado de países que fijan normas y se conducen en la competencia política y en la convivencia económica. Él quiere estar fuera de todo eso. Ser único y genuino, ignorando todo.

Difícil propósito Inge. Pero posible en el sueño de quien durante 18 años vigiló muy de cerca los errores priistas y panistas para conformar un portafolio y atacar para alcanzar, con el tedio del pueblo, la posición que ahora ocupa. El PRI y el PAN nunca escucharon al pueblo que aplastaban en sus peticiones y necesidades primarias. La pobreza y los olvidados de la Revolución nunca fueron preocupación de las arrogancias que salían del poder. Releer el discurso de Colosio y su visión de un México con hambre y sed de justicia, aquel 6 de marzo de 1994, es encontrar lo que los priistas no comprendieron y prefirieron callarlo con un balazo. A la usanza de una mafia.