Deletreando el pleito Torres-Valdés
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¿Arruinar a Chuy ayuda al “Morrín”?
Sergio Torres Félix va acabar convirtiendo a Jesús Valdés Palazuelos en víctima de su campaña de ataques y luego en el candidato a Gobernador. Esa actitud de “si no fui yo, tampoco serás tú” la está percibiendo la opinión pública como la gresca entre dos priistas con tantas similitudes, coincidencias que ayer los convertían en hermanos ideológicos, uno rasgándose las venas para sacarse la sangre tricolor y otro soportando la embestida a sabiendas de que las guerras influidas por odios que nunca sanan no valen la pena pelearlas.
Torres Félix, precandidato a la Gubernatura por el Movimiento Ciudadano, se ha desentendido de buscar el voto por centrarse en la batalla de que Chuy Valdés no sea el beneficiario de la postulación del PRI. Si le desmenuzan sus declaraciones, acusaciones y poses ante medios de comunicación pareciera que se daría por bien servido en el actual proceso electoral con el hecho de que el líder priista quedara fuera de la candidatura.
Buscándole sentido a lo que no lo tiene, podría pensarse que si Valdés no es el candidato priista los votos se irían con Sergio Torres. Pero cómo no entender que si logra desarticular la estrategia con la que el PRI irá a las casillas electorales el 6 de junio en todo caso el ganón será el candidato de Morena, Rubén Rocha Moya. ¿Entonces se trata de una venganza no contra el dirigente sino que apunta hacia el partido que no lo postuló a la grande en Sinaloa?
Una segunda hipótesis igual de descabellada tiene que ver con la anticipación de acusaciones de corrupción como vacuna contra señalamientos de mal uso de recursos públicos que también se le harán a Sergio Torres. “El Morrín” sabe que se le preparan expedientes desde Gobierno del Estado por supuestos manejos irregulares de recursos de la Secretaría de Pesca y lo que está haciendo es ponerse la espina antes de enguaracharse.
Se afirma que en su cuarto de guerra política Torres posee cartones de expedientes, la mayoría de ellos en defensa de actos de corrupción que le endilgarán cuando las campañas entren a las fechas formales. ¿Se acuerdan del dossier del Par Vial de Culiacán donde presuntamente el entonces Alcalde enterró bajo el pavimento varias cuestiones millonarias sospechosas? Pues es uno de los asuntos en que se anticipó a acumular pruebas a su favor.
Sigamos pues buscándole tres pies al gato. La tercera teoría sostiene que al aferrarse con todo a que Chuy Valdés no sea el candidato del PRI le está prestando servicios de intriga a alguno de los demás pretensos priista a la Gubernatura. ¿A quién le interesaría deberle favores a Sergio Torres y luego tener que pagárselos? ¿A Mario Zamora Gastélum, Ricardo Madrid, Javier Lizárraga Mercado? ¿O qué otro poder estaría interesado en que el líder priista no sea el elegido?
Ahora, si la candidatura de la coalición Va por Sinaloa se le fuera a dar a un priista pura sangre, aspirante militante le llaman, el que está mejor posicionado en las encuestas es Jesús Valdés. Y si se hiciera algún ajuste para mantener abierta la posibilidad de un candidato ciudadano, aspirante simpatizante, el que lleva la delantera es Juan Alfonso Mejía.
La encuesta telefónica que Massive Caller realizó el 17 de enero establece que si ese día fuera la votación para Gobernador y se enfrentaran Rubén Rocha por Morena y Jesús Valdés por el PRI, el primero lograría el 44 por ciento de los votos y el segundo obtendría el 27.6 por ciento, con un colchón de indecisos del 23.4 por ciento. Y en el caso de que Juan Alfonso Mejía compitiera contra Rocha, el ex Rector de la UAS recibiría el 37 por ciento de los sufragios y el Secretario de Educación Pública tendría el 29.4 por ciento creciendo al 24.5 por ciento los electores que todavía no deciden.
Entonces si Sergio Torres mantiene pocas posibilidades de ganar la elección de Gobernador así logre que Valdés no sea el candidato, o si su acusación de corrupción contra el líder priista tenga la única intención de vacunarse frente a expedientes de uso irregular de recursos públicos que lo implicarían a él, e inclusive en el caso de que le haga el trabajo sucio a otro pretenso priista, ¿por qué mejor no dedica las conferencias de prensa a la construcción de su propio proyecto político, en vez de planear cómo echarle a perder la aspiración al otrora entrañable amigo?
Bueno, a punto de tomarse la decisión en el PRI estamos por ver también qué tanto influye la tenaz campaña de Torres contra Valdés. No necesariamente todas las guerras políticas acaban con trayectorias o aspiraciones y bien puede victimizar al dirigente del PRI para que las bases priistas lo arropen en ese proceder sinaloense que vuelca la solidaridad a quien ubica como árbol caído del que todos quieren hacer leña. Y se dirá que con tan persistentes ataques fue “El Morrín” el que le hizo ver a la cúpula priista que Chuy es el candidato más fuerte.
Reverso
Pues a veces así son los cuates,
Que de tanto que se quieren,
De vez en cuando prefieren,
Convidarse tunas con alhuates.
Transparencia enturbiada
Lo que se veía venir se consumó ayer en el Congreso del Estado al elegir a José Luis Moreno López como Comisionado Estatal para el Acceso a la Información Pública, a pesar de que el Comité de Acompañamiento lo había descartado por no cumplir con los requisitos de la convocatoria. Volvió a suceder que la vigilancia ciudadana en asuntos tan trascendentes como la transparencia es entendida por la 63 Legislatura como parapeto para legitimar arreglos oscuros. Al menos la otra Comisionada, Liliana Margarita Campuzano Vega, sí llegó con el aval del grupo de seguimiento, teniendo así la legitimidad necesaria para hacer un buen trabajo en la CEAIP.