Decidir responsablemente
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Una fruta madura cae por su propio peso. De igual forma, una persona madura se distingue por su sano juicio y porque sabe tomar las decisiones adecuadas y acertadas en el momento preciso.
La fila de las personas indecisas es demasiado larga. Se les dificulta el proceso de discernir, deliberar y decidir. Sus miedos, sufrimientos e inseguridades se convierten en un interminable campo minado. Les cuesta cortar, separar o amputar, que es lo que significa la palabra decisión.
Es cierto que tomar decisiones no es cosa sencilla, pero sólo quien se decide, vive en realidad; de otra forma, será un jirón o papel llevado por el viento. Quien dilata su decisión está esperando que cambie la situación o se acomoden las circunstancias, pero no actúa con libertad y responsabilidad.
En la actual pandemia debemos también decidir y tomar las riendas de nuestra vida. La decisión no consiste en salir o no salir de casa, o en cumplir las observaciones o no cumplirlas, lo cual sería una conducta infantil, ya que si no acato las medidas y observaciones pertinentes actúo de manera irresponsable. La decisión está en ¿cuál es la actitud con que asumo la realidad que estoy viviendo?
Víctor Frankl señaló que aún en las condiciones más adversas se tiene la capacidad suficiente para saber decidir: “No debemos olvidar jamás que podemos encontrar también sentido en la vida incluso cuando nos enfrentamos, como víctima impotente, con una situación desesperada, con un destino que no puede ser cambiado.., la conducta del hombre no es dictada por las condiciones que él encuentra sino por las decisiones que toma”.
De manera semejante, Karl Jaspers manifestó: “El hombre no es libre de condicionamientos, sino que es libre solamente respecto a la actitud como ha de asumirlos”.
¿Decido de manera responsable?
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@rodolfodiazf