De visitas a visitas
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I. UNA
La primera visita entre presidentes de México y Estados Unidos ocurrió el 16 de octubre de 1909: el saludo oficial sucedió en la Cámara de Comercio de El Paso, Texas, con el encuentro entre Porfirio Díaz y William H. Taft, para juntos cruzar el puente que los conduciría al Edificio de Aduanas en Ciudad Juárez, sede del encuentro. Díaz vistió uniforme militar de gala con todas sus medallas, Taft por su parte solo traje negro.
En los antecedentes del Archivo Histórico de la Nación se conservan registros de ese encuentro Histórico-Diplomático, catalogado como el primer viaje al extranjero de un Presidente de Estados Unidos. Oficialmente tenía como fin estrechar los lazos de cooperación y ayuda mutua entre ambas naciones, en donde se intercambiarían expresiones amistosas y de buena voluntad.
En Estados Unidos, diferentes sectores, a través de proselitismo y prensa escrita, ponían en evidencia, el interés de ese país en conservar o adquirir el dominio completo sobre la Bahía Magdalena, que había sido concedida a Estados Unidos en 1861 por Benito Juárez (hecho que la historia le cuestiona por haber comprometido la Soberanìa Nacional). A partir de la ocupación, Estados Unidos no tardó en considerar su interés de adquirir un conjunto de Bahías en la zona, atractivas para decenas de navegantes que desde la época pirática acechaban, como lugar de descanso favorito de los pescadores furtivos dedicados a masacrar ballena gris, un gran puerto de abrigo que ofrecía agua, alimento y descanso para los navegantes de largas travesías y más importante aún, para el desarrollo de una base naval en escala a Asia que habían ido creciendo conforme se los permitía su economía. El Presidente Díaz manifestó que México no tenía más intereses en prolongar las concesiones sobre Bahía Magdalena, debiendo desocuparse en 1910.
Por su parte, México había apoyado al ex Presidente nicaragüense José Santos Zelaya, derrocado por Estados Unidos y también atravesaba un momento de crisis sociopolítica que desencadenó en 1910 con el movimiento revolucionario, que si bien no era bien visto por el Gobierno americano, por mediar las armas y la violencia, tampoco hizo nada para detenerlo.
Por los diferentes intereses de cada parte, y el desenlace de los temas a tratar, se considera que a partir de ese encuentro se modificaron las relaciones de política exterior de México, que reconocieron acuerdos con Europa aprovechando las buenas relaciones en detrimento de los intereses exclusivos de Estados Unidos.
II. DOS
Del 29 de junio al 1 de julio de 1962, John F. Kennedy visitó la Ciudad de México para encontrarse con el Presidente Adolfo López Mateos. La visita oficial tenía como objetivo terminar las fricciones entre ambos países derivadas de las posiciones opuestas frente al tema de Cuba y afirmar el aval que el Gobierno estadounidense daba al Gobierno de López Mateos. Además de la agenda oficial y en compañía de las respectivas esposas, la gira incluyó visitar el Museo de Antropología, la Villa de Guadalupe, el Zócalo, disfrutaron de la función de ballet en el Palacio de Bellas Artes a cargo de Amalia Mendoza y les fue ofrecida una comida en Palacio Nacional, donde Jackie Kennedy sorprendió a todos lanzando su discurso de agradecimiento en español mencionando que ella y John habían escogido Acapulco como destino de su luna de miel y que por tanto no era la primera vez que visitaba México. En el Museo del Estado Mayor, junto a Los Pinos, se encuentra el auto descapotable en el que pasearon ambas parejas presidenciales saludando a las multitudes que salieron a las calles a vitorearlos. En palabras de un guía de dicho museo, sin que se tome como hecho de la historia, sino mas bien un comentario alusivo al evidente gusto admirador de ambos mandatarios por el sexo femenino, existe la anécdota que Kennedy chuleó a López Mateos su reloj y el Presidente se lo regaló a su homólogo de inmediato. Cuando Jackie daba su discurso en Palacio Nacional, el Presidente López Mateos dijo a Kennedy que tenía una esposa muy bonita, entonces Kennedy regaló al Gobierno Mexicano el auto descapotable en el que habían paseado.
¡¡Ups!! siempre hay de temas a temas, entre la política, los intereses nacionales y los sucesos que describen las personalidades de quienes protagonizan, vamos a ver qué comentario surge en el próximo encuentro.