De militancias y el derecho a libre asociación
A finales de 2022, después de leer un artículo sobre sanciones a partidos políticos nacionales por afiliaciones indebidas, decidí revisar el padrón oficial de personas afiliadas del INE. Un procedimiento sencillo en la página del órgano electoral, pones tu nombres y clave de elector y listo. En aquel año, el PAN, PRI, PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Partido Verde fueron multados por 5.2 millones de pesos por transgredir el principio constitucional de libre afiliación.
Según el registro, mi clave de elector aparecía afiliada al Partido Sinaloense desde el año 2015, cosa que nunca había solicitado. Desde que adquirí mi ciudadanía con la mayoría de edad, nunca he militado en partido político alguno. Nunca he solicitado afiliarme, ni he sido parte de ninguna institución partidista local o nacional.
Con el acompañamiento de mis abogados, en 2023 presenté ante el órgano electoral local (IEES) una solicitud de revisión, aclaración y en su caso sanción por la afiliación indebida de mi persona al PAS. El IEES abrió causa legal en el expediente SE-PSO-005/2023 y acumulados, “por presuntas violaciones al derecho de libre afiliación y el uso no autorizado de datos personales”.
Mi queja, fundada y motivada, dejaba claro tres puntos: 1. nunca he sido militante de ningún partido, 2. la supuesta militancia contraviene mis derechos políticos, en particular el derecho a la libre asociación y 3. por la afiliación indebida -y desconocida de mi parte-, los espacios de opinión en los que participo en diversos medios de comunicación pudieron ser comprometidos por dicha causa.
Gracias a ustedes, amables lectores, televidentes y radioescuchas, desde hace más de 12 años diversos medios de comunicación generosamente me han abierto las puertas para poder dar mis opiniones en materia de política, gobierno, legislación y asuntos públicos. Como politólogo que ejerce gustoso su profesión, de mi parte, los espacios ganados en años de trabajo han sido utilizados siempre cuidando el derecho de las audiencias y el respeto a los derechos humanos. Lo mío son las opiniones, que trato en medida de mis posibilidades académicas, profesionales y técnicas fundar en los conocimientos que he abrevado en el camino.
En ese mismo andar, he compartido espacios de opinión con militantes de prácticamente todos los partidos, lo mismo en espacios nacionales, como locales. He coincidido en foros, paneles y debates con grandes personajes de la vida pública, hombres y mujeres con militancia y sin ella. A juicio de un servidor, la militancia no merma la capacidad de análisis de nadie, creo libremente en el derecho de afiliación de todas las personas. Pero justo en eso, en la libertad de decidir cuando y con quienes quieres militar, asociarte o simpatizar, esa decisión es tan íntima como la que más.
Mi queja no fue por estar afiliado al PAS, partido en el que tengo amigas, amigos y personas que tienen ganado mi respeto. Tengo la fortuna de tener amigos en todos los partidos, de todos los colores. Mi queja fue por la afiliación indebida, por el abuso a mi libre asociación. Pero lo mismo hubiera hecho si mi afiliación resultara al PRI, al PAN, al PVEM, MC, PT, a Morena o a cualquier otro. No estoy de acuerdo con la afiliación “a chaleco” de los ciudadanos, porque en ese acto se violan varios principios fundamentales para la democracia y el eje central de la misma que son las y los ciudadanos. Invito a todos a revisar los padrones, no vaya a ser que en una de esas se lleven una sorpresa.
Este tema no lo había hecho público, porque decidí que fueran las instancias legales las que lo resolvieran. Esta semana, diversos medios de comunicación que siguen las actividades del Tribunal Electoral, dieron cuenta del resolutivo por unanimidad de las magistradas en el JDP 59/2024, a los colegas les llamó la atención que el promovente fuera yo. Me han entrevistado, les he respondido y he sido claro: lo único que pido es que la afiliación sea declarada nula de origen y que ello conste por todos los medios posibles.
Ya si me dieran a elegir, pediría que nunca, ningún partido político vuelva a filiar ningún ciudadano sin su consentimiento. Que el que quiera militar que milite y a los que no, que nos dejen vivir en la libertad que disfrutamos tanto. El día que decida afiliarme al Partido Popular de España, al Partido Laborista Brasileño, al Verde Ecologista Escocés, al Partido Lumumbista del Congo, al Partido Comunista de Japón, o al Nuevo Liberalismo de Colombia ustedes serán los primeros en enterarse por este medio. Luego le seguimos.
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jesusrojasriver@gmail.com