De los tres ‘chuyes’, no se hace uno...
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En octubre de este año comenzará formalmente el proceso electoral para la renovación del Congreso del Estado y federal, las alcaldías y la gubernatura. Los políticos, muy inteligentes según ellos, se adelantaron como siempre colocando propaganda electoral a más de 18 meses de los comicios del 2021. “Anímate Chuy a transformar Sinaloa” era el mensaje, pero, ¿cuáles son los “chuyes” a los que se puede ir dirigido el recado?
Jesús Vizcarra Calderón es un empresario sinaloense dueño de un próspero imperio ganadero en una de las firmas más grandes de carne en el mundo. Priista en retiro y ex Alcalde de Culiacán, que sufrió una dolorosa derrota electoral frente a Mario López Valdez. En 2010 el semanario Proceso y diversos medios de comunicación nacionales e internacionales, lo vincularon con el crimen organizado, “Asoma la narcopolítica” fue un trabajo realizado en abril de aquel año electoral por el grupo de investigaciones especiales de la revista fundada por don Julio Scherer.
Amigo del poder, al empresario sinaloense también se le ha involucrado en ligas de corrupción y daño ecológico. Chuy Vizcarra entendió al final del sexenio de Enrique Peña Nieto que su camino político no podría continuar en el PRI y decidió abrirse paso por los derroteros de la cuarta transformación en donde tiene muchos amigos y aliados incluyendo la Secretaria General de Morena, Yiedckol Polevnsky. En el pragmatismo que caracteriza a los políticos del viejo cuño, el multigalardonado capitalista neoliberal (como llama Andrés Manuel a los empresarios), se dejó ver en eventos partidistas de apoyo a candidatos de Morena, en particular a Jaime Bonilla Valdez.
Jesús Valdés Plazuelos, es otro de los posibles “chuyes” en mención. El actual dirigente tricolor en Sinaloa es un político involucrado desde hace años en escándalos y abusos de diversa índole. Tal vez la más sonada, fue la acusación que desde el Congreso, la finada Diputada Yudit del Rincón hiciera sobre una red de prostitución y trata de personas en donde el ex Alcalde de Culiacán, ex Diputado local y federal saliera vinculado.
En ese cargo, el de Diputado federal, Chuy Valdés fue defensor férreo del gobierno de Peña Nieto y aprobó impuestos en los agroinsumos perjudicando a miles de productores sinaloenses. Un político lleno de incongruencias, que ha sido tibio en su papel de oposición.
Desdibujado, llegó al cargo después de ser derrotado por nada menos que Jesús Estrada Ferreiro. Algunos analistas coinciden en que todo parece indicar que Jesús Valdés está en el cargo partidista para pactar la transición gubernamental del PRI a Morena en 2021 y bien podría buscar una candidatura para ser el “esquirol” que termine por entregar Sinaloa al partido del Presidente.
Jesús Estrada Ferreiro, es un político gárrulo y desequilibrado que bien podría colocarse mantas de auto-apoyo. El actual Alcalde de Culiacán ha demostrado que no conoce los límites y en su afán de darse coba a él mismo, bien pudo “hacerse el favor”. Estrada Ferreiro ha sido nota nacional en sus múltiples y escandalosas declaraciones, sobre todo aquellas que le han hecho acreedor a recomendaciones de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos por la violencia contra periodistas y medios de comunicación.
Chuy Estrada es la máxima referencia del político suertudo que llegó al cargo en la “bendita” ola de Andrés Manuel, pero no ha podido consolidar un liderazgo y mucho menos ser factor de buen gobierno en la capital. Encarna en sus formas y acciones, la antítesis del político profesional, serio y moderado en temperamentos. Es más bien una máquina de contradicciones y un tomador de decisiones fallidas, y aun con ello, quiere seguir viviendo el sueño de mandar.
De los tres “chuyes” no se hace uno, no hay para donde voltear. Son cartuchos quemados, políticos que poco aportan a la vida pública sinaloense y que sin duda tendrían muy complicado el acceso al poder, por sus historias y trayectorias. Si de cualquiera de esos “chuyes” estamos hablando, yo concluyo con un dicho popular de estas tierras. “No por mucho madrugar les amanecerá más temprano”. Luego le seguimos...