Culiacán
Los últimos días han sido sumamente difíciles, extraños, complicados, pero no ajenos, para todos los que hemos vivido en Culiacán en los últimos años, específicamente me refiero a aquellos jueves negros o “culiacanazos” que lamentablemente se han vuelto a vivir durante toda esta semana.
El lunes temprano hubo enfrentamientos en lo que parece ser “dos bandos rivales” que alguna vez pertenecieron al mismo bando, es decir, al contrario que en aquellos culiacanazos o jueves negros, las acciones no iban dirigidas en contra del Gobierno sino en contra de un grupo rival.
Pero independientemente de lo anterior, el sentimiento de impotencia, temor, fragilidad, se volvió a sentir hora tras hora, día tras día, es algo totalmente surreal, buscar información “oficial” para descubrir que, según dicha información, Culiacán “está tranquilo” mientras la información extraoficial te decía que no era así. Balaceras, robo de autos, incendio de camiones...
Gobierno del Estado, durante la semana, pedía que los comercios se mantuvieran abiertos, pero esto no era posible, si es discurso y las acciones de Gobierno no corresponden a la realidad que percibe, la ciudadanía de ninguna manera podrán ser validadas.
Las horas corrían y la información que llegaba a través de redes sociales no era nada alentadora, no tengo duda que hubo gente que quiso sacar provecho y mandar información falsa, pero no toda lo era.
Gobierno tuvo que aceptar esta realidad y cancelar clases, incluso esta semana nuestro Gobernador tuvo que cancelar los festejos del Día de la Independencia: “Quiero anunciar que hemos resuelto que el festejo del 15 de septiembre va a ser suspendido, no habrá festejo alguno, ni público ni privado”... siendo esto una clara señal de que las cosas no se encuentran bien.
La última información oficial a la que tengo acceso es: 15 personas muertas, 32 denuncias por robos de vehículos, así como otras denuncias de privación ilegal de la libertad de distintas personas.
Ahora, si bien es cierto el tema de la seguridad es un tema del Ejecutivo, podemos voltear a ver al Legislativo, el cual sesionó esta semana, pero para aprobar la reforma judicial con 31 votos a favor y 1 en contra, sin realizarse ninguna manifestación de lo ocurrido esta semana y por el otro lado, el Judicial no declaró inhábil ningún día, dando como resultado que tanto las personas que trabajan dentro de dicho Poder tuvieran que salir a exponerse, además de todos los que vivimos del litigio. No tengo pruebas, pero tampoco dudas, que esto fue para pretender demostrar que todo estaba normal, pero repito, estas acciones no corresponden a lo vivido.
Hemos tenido días complicados sin lugar a duda, se han perdido vidas, clases, derrama económica, así como paz y tranquilidad. ¿Esto merece Culiacán? ¿Esto merece Sinaloa? Y quizá la pregunta más importante, ¿cuando parará?
PD. Un amigo decidió irse de Culiacán después del primer “culiacanazo”, en su momento me pareció una decisión tomada en el calor de lo vivido y que se estaba apresurando, hoy me parece una excelente decisión.