Cuentas alegres

04 enero 2021

""

Editorial

El año 2021 comenzó con la misma tónica en las promesas del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha vuelto a prometer que todos nuestros problemas se resolverán en este año, cuando todo apunta a que las cosas estarán igual de complicadas que el año pasado.

López Obrador lanzó un mensaje de Fin de Año repleto de optimismo, algo que se le agradece y que forma parte de las obligaciones de un líder, pero no deja de preocuparnos que el mensaje esté basado más en esperanzas que en hechos reales.

Dos temas fueron la base del discurso presidencial: la pandemia y la crisis económica, los dos flagelos que marcaron 2020 y que continuarán afectándonos a lo largo de este año.

Sobre la pandemia, el Presidente ha dicho que ya llegaron al País 53 mil vacunas y se han aplicado más de 30 mil, y que esperan haber vacunado al personal de Salud y a los mayores de 60 años, cuatro meses donde seguirán muriendo decenas de personas afectadas por el virus.

En el tema de la recuperación económica, el Presidente recurre, como casi siempre, a los indicadores oficiales del empleo, donde las cifras están lejos de representar el vacío en los bolsillos de los trabajadores.

El discurso oficial no habla de millones de personas que trabajan en la informalidad, de los que han perdido su trabajo o su negocio, ni de las miles de familias que han perdido a sus padres, los principales afectados por el virus.

La verdad es que detrás del discurso optimista están los hospitales saturados, una economía estancada, los recibos de energía eléctrica disparados, la falta de políticas económicas eficientes.

Y para colmo de males es año electoral, lo que significará derroche e interés a corto plazo, dos elementos nocivos para una economía en declive.