Crisis de humanidad

Rodolfo Díaz Fonseca
21 julio 2020

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@rodolfodiazf

 

Si la humanidad está en crisis, se debe a una crisis de humanidad. Si el ser humano resiente los efectos de la pandemia, se debe a que ha relegado u olvidado la melodía original de su corazón. Adán fue expulsado del paraíso cuando rompió el armónico equilibrio con Dios, con su pareja y los demás seres de la naturaleza. Por eso, es prioritario y necesario volver a la comunión inicial.

Cuando el ser humano desprecia o maltrata a la naturaleza se combate a sí mismo, porque él también forma parte de ella aunque desde un plano moderador, inteligente y ordenador, afirmó Octavio Paz en el Brindis de Estocolmo:

“En el momento en el que comenzamos a descifrar los secretos de las galaxias y las partículas atómicas, los enigmas de la biología molecular y los del origen de la vida, hemos herido en su centro a la naturaleza. Por esto, cuales quieran que sean las formas de organización política y social que adopten las naciones, la cuestión más inmediata y apremiante es la supervivencia del medio natural. Defender la naturaleza es defender a los hombres”.

De igual forma, el ex Presidente de Checoslovaquia, Vaclav Havel, en el discurso con que ingresó a la Academia de las Ciencias Políticas y Morales de Francia, advirtió que no se debe presuponer que el ser humano tiene la última palabra sobre el mundo:

“El mundo se revuelve contra el orden impuesto por el cerebro, cerebro que parece haber olvidado que no es más una parte modesta de esta arquitectura infinitamente rica que se llama mundo… No basta imponerle sus propias palabras, sino hay que estar atento y estar a la escucha de la “polifonía” de sus mensajes, con frecuencia contradictorios”.

¿Defiendo el orden natural para resolver esta crisis de humanidad?