Construyendo solidaridad: el papel de las cooperativas en la integración de las personas en movilidad
Desde el día en que las personas pisan suelo mexicano, la búsqueda de mejores oportunidades y el acceso al empleo se convierten en uno de los principales objetivos. Se tocan muchas puertas, en las cuales las negativas son recurrentes, ya sea por falta de opciones a la regularización migratoria, conocimientos desactualizados de documentación migratoria, explotación laboral o discriminación. De acuerdo con el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (COPRED), el 70 % de estos actos suceden en espacios de trabajo.
Estas negativas generan afectaciones psicoemocionales, al igual que sociales. El estrés de la incertidumbre por las carencias económicas, la frustración generada por los rechazos, la desolación que generan las actitudes discriminatorias por parte de los empleadores son elementos importantes a considerar cuando buscamos generar estrategias solidarias de inclusión, al promover el tejido de redes de apoyo que den espacio para la solidaridad entre personas que comparten identidad y/o experiencias de vida.
Es por estas y muchas otras razones que las personas en situación de movilidad humana, al llegar al país de destino, buscan alternativas económicas para mejorar sus condiciones. Hay quienes comparten su identidad cultural y cuentan sus historias por medio de la gastronomía, el arte o artesanías. Resulta relevante abordar estas actividades desde una perspectiva colectiva, que visibilice estos proyectos, así como generar la solidaridad y el apoyo colectivo entre las personas en contexto de movilidad humana.
Es por esto que las cooperativas resultan una estrategia viable para la generación de alternativas económicas. Estas, a diferencia de las empresas privadas, son un medio de organización colectiva que reúne a personas que comparten necesidades económicas, sociales y culturales para priorizar la necesidad del colectivo por encima del interés individual. Las cooperativas están formadas por grupos de personas que se unen de manera voluntaria para satisfacer estas necesidades a través de un esfuerzo conjunto (Cattani, Coraggio y Laville 2009). Estas entidades promueven la solidaridad, la igualdad, la participación democrática y la autogestión.
Las cooperativas son importantes por varias razones:
Emancipación económica: permiten a las personas unirse y colaborar para alcanzar objetivos económicos comunes. Proporcionan a los miembros la oportunidad de participar activamente en la toma de decisiones y en la distribución de los beneficios generados por la cooperativa.
Generación de empleo: las cooperativas pueden generar empleo y contribuir al desarrollo económico de las comunidades. Al unirse de esta manera, las personas en contexto de movilidad humana pueden generar y acceder a oportunidades laborales, así como emprendimientos conjuntos, lo que puede mejorar las condiciones económicas y reducir su dependencia de empleadores externos.
Apoyo social y comunitario: las cooperativas fomentan el sentido de comunidad y solidaridad. Pueden proporcionar un espacio donde las personas en contexto de movilidad humana encuentren apoyo mutuo, establezcan redes sociales y culturales, y se integren en su nueva comunidad. Las cooperativas también pueden brindar servicios y beneficios a sus miembros, como atención médica, vivienda, educación y actividades recreativas.
En cuanto a la relación entre las cooperativas y movilidad humana, existen varias conexiones:
Integración socioeconómica: las cooperativas pueden facilitar la integración de los migrantes en la sociedad de acogida al proporcionarles oportunidades de empleo, ingresos estables y apoyo comunitario. Al unirse a una cooperativa, los migrantes pueden participar activamente en la economía local y establecer relaciones con otros miembros de la comunidad.
Acceso a recursos y servicios: las cooperativas pueden ayudar a los migrantes a acceder a recursos y servicios que de otra manera podrían ser difíciles de obtener. Por ejemplo, una cooperativa de vivienda puede ayudar a los migrantes a encontrar alojamiento asequible, o una cooperativa de crédito puede proporcionar servicios financieros y préstamos a miembros migrantes que de otra manera tendrían dificultades para acceder a ellos.
Reducción de la explotación laboral: las cooperativas pueden proteger a las personas migrantes de la explotación laboral al proporcionarles condiciones de trabajo justas, salarios adecuados y una voz en la toma de decisiones. Al unirse a una cooperativa, sus integrantes pueden evitar la dependencia de empleadores abusivos y tener más control sobre sus condiciones laborales.
En resumen, en México existen 18,038 sociedades cooperativas en las que participan 8,875,186 socios (Rojas Herrera, 2020), las cuales son importantes porque promueven la emancipación económica, generan empleo y brindan apoyo social por medio de la construcción de comunidades mediante redes de apoyo, así como espacios seguros, rodeándose de personas que comparten perspectivas sobre la calidad de vida que buscan.
En el contexto de la movilidad humana, las cooperativas pueden facilitar la integración socioeconómica de las personas en este contexto, generar puentes con la comunidad de acogida, proporcionarles acceso a recursos y servicios, y protegerlos de la explotación laboral.
* El autor Ramsés López es gestor de casos psicosociales en Sin Fronteras I.A.P.
Fuentes consultadas:
Consejo para Prevenir y Eliminar laDiscriminación de la Ciudad de México, C. P. P. y. E. la D. (n.d.). Informes y reportes. Consultado julio 3 de 2023.
Rojas Herrera, J. J. (2020). Políticas públicas de fomento a las cooperativas e instituciones relacionadas al sector en México (final report). Mexico City: Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Cattani, A. D., Coraggio, J. L., & Laville, J. L. (2009). Diccionario de la otra economía. Buenos Aires: Editorial Altamira.