Concluir La Inconclusa
El lunes 4 de febrero de 2019, la empresa china Huawei ofreció una versión íntegra de la Sinfonía No. 8 de Schubert, completada con el apoyo de Inteligencia artificial; es decir, utilizando un algoritmo que elaboró los dos restantes movimientos.
El intento por ofrecer una versión completa de “La Inconclusa” es meritorio; sin embargo, es difícil que un soporte mecánico y programado interprete los estados de ánimo y sentimientos que embargaban a este compositor del período del Romanticismo.
La pregunta crucial sigue siendo: ¿por qué no la terminó? Algunos autores opinan que debido a su enfermedad, problemas y dolores; empero, después de esta obra escribió otras que sí completó, como la Sinfonía No. 9, “La Grande”.
Debido a esta circunstancia, otros estudiosos sugieren que Schubert consideró que su obra ya estaba completa con sólo dos movimientos. Contaba con 25 años y falleció a los 31, así que tuvo tiempo suficiente para escribir los movimientos restantes. O, simplemente, no encontró la inspiración suficiente para continuar tan monumental obra.
La escritora y crítica italiana, Mary Tibaldi Chiesa, expresó: “¿Existirán obras orquestales de mayor extensión o potencia quizá, pero ninguna igualará el encanto divino, la celestial gracia de la ‘Inconclusa’? ¿Quién ha osado proponerse terminarla? Su autor mismo no logró jamás escribir un tercer y cuarto tiempo con méritos semejantes a los primeros. La inspiración que un día brotó de su alma fue inexorablemente arrebatada, despiadadamente sofocada por la muerte. Nadie nunca podrá concluirla”.
Añadió: “Ningún premio de dinero podrá resucitar lo que está apagado, ningún milagro logrará despertar la voz que el eterno silencio ha absorbido... Escuchemos esta sinfonía incompleta, así como ha sido dejada, así como el destino la ha dado; ella es una gema impagable y su perfección conclusa”.
¿Soy perfeccionista y dejo obras inconclusas?