Chihuahua Innova

Alfonso Araujo
02 diciembre 2019

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Primero, hay que decir que no sólo Chihuahua: los estados se han dado cuenta de que en el futuro previsible, la Federación no estará muy entusiasmada apoyando la ciencia, la innovación y la internacionalización. De modo que muchos de ellos han decidido rápidamente destinar parte mayor de sus recursos y de su tiempo a estas actividades: en los últimos tres meses he recibido en China a delegaciones de Jalisco, Guanajuato, Nayarit, Durango y Chihuahua, en viajes de exploración comercial, de cooperación de inversiones, y de capacitación en E-commerce. Esto sin contar a las más de 50 empresas mexicanas, apoyadas por sus respectivos estados, que participaron este año en la muy exitosa Expo de Importaciones CIIE Shanghai, en su segunda edición. El año pasado consiguieron vender varios millones de dólares de productos de alimentos y bebidas, y este año han cerrado nuevos tratos.

Para Chihuahua, en este caso quiero añadir más detalles: la semana pasada fui invitado a su “Innovation Week” llevada a cabo en Ciudad Juárez. Mi participación fue en primera instancia como parte de un panel de discusión acerca de las políticas chinas de fomento a la ciencia y la tecnología, acompañando al doctor James Yu, de Agilent Technologies. Y en el último día de actividades, fui uno de los cuatro “tiburones” que juzgaríamos a más de 20 proyectos tecnológicos de chihuahuenses. Mis tres compañeros eran dos empresarios locales y uno de Ciudad de México, que en años recientes han creado fondos de inversión especializados para start-ups basadas en ciencia.
Esto en sí mismo es una bocanada de aire fresco en un país en el que los inversionistas normalmente no están dispuestos a ver más que proyectos de bienes raíces o proyectos comerciales que ya tengan ventas. Pero además conocí a ocho inversionistas más, de otras ciudades del país y con intereses similares, que se dieron cita para ver los proyectos que están siendo desarrollados por nuestros jóvenes científicos. El ambiente, la discusión, y el estira y afloja de ese Shark Tank fue maravilloso, con un público entregado y entusiasta, que nos incitaba a los tiburones a aprobar más e invertir más en sus héroes nerds locales. Al final escogimos a cuatro proyectos de IT, agrotecnología y química industrial, prometiendo casi 200 mil dólares para sacarlos adelante.
Se están realizando esfuerzos semejantes en más estados. La pasión de los científicos por el conocimiento es como la vida: de alguna forma, resiste, crece y encuentra la manera de florecer.
El autor es académico ExaTec y asesor de negocios internacionales radicado en China
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