Candados
El ambiente político en el País está entrando en su etapa de mayor actividad, porque han sido elegidas las virtuales candidaturas a la Presidencia de la República. Los institutos políticos se aprestan a elegir a sus candidatos a gobernadores en los nueve estados, donde habrá elecciones para renovar al Ejecutivo estatal. Así mismo, se renovarán las cámaras de diputados y senadores, perfilando el nuevo Poder Legislativo. El 2 de junio será una elección histórica y de suma importancia para toda la Nación.
Los ciudadanos están conscientes de su responsabilidad en la elección que viene y la van a cumplir con sumo cuidado, buscando darle continuidad a la cuarta transformación y alcanzar las tres cuartas partes en las Cámaras de diputados federales y senadores, para llevar a cabo las reformas a la Constitución que urgen al país, para avanzar en la transformación sin contratiempo. Esa es la meta de las fuerzas progresistas del País, no hay nada que impida a los ciudadanos cumplir con ese objetivo fundamental para consolidar el progreso con certeza en todo el territorio nacional.
A la ciudadanía le urge concretar las reformas urgentes a la Constitución, para lo cual se requiere contar con mayoría calificada de diputados federales en el Congreso de la Unión. Ese objetivo lo van a consolidar los ciudadanos con mucha responsabilidad, a la hora de emitir su sufragio. Están claros de la importancia de su sufragio, para que en este país se consolide plenamente la democracia participativa. Durante el sexenio actual se ha avanzado, pero aún falta abrir candados e impulsar importantes reformas.
Se cuenta con la buena disposición ciudadana para lograr este propósito: consolidar el desarrollo del País a niveles históricos, que dé certidumbre a sus moradores en lograr muchos de sus anhelados derechos y libertades políticas. Se ha iniciado el camino correcto que impulsará al país a niveles inéditos de progreso para su pueblo, no hay duda de que el modelo de progreso con bienestar marcha en lograr mejores estándares de vida para el pueblo. Todo estriba en no detener el paso y consolidar el programa de gobierno que se ha emprendido en favor de todos los mexicanos y no sólo de un pequeño grupo de plutócratas. La meta es consolidar el bienestar con justicia social.
La fuerza de la cuarta transformación estriba en el voto ciudadano. Este voto, desde el 2018, se ha orientado a promover un modelo progresista, que impulsa programas de bienestar, en especial para las clases menos favorecidas. Esa ruta trazada significa para los ciudadanos una conquista, un sendero hacia un porvenir mejor. Por esa ruta se ha comenzado a recuperar el poder adquisitivo del salario, a obtener mejores condiciones de trabajo, de estudio, de progreso. A la vez, por primera vez en décadas se comienza a rebajar los niveles de pobreza, que crecía como una mancha indetenible durante los gobiernos del pasado, que sumieron a la sociedad en su peor debacle. Ese pasado, lo hemos dicho y lo reiteramos, el pueblo no permitirá que regrese, los políticos cómplices de ese nefasto pasado el pueblo, que es mucha pieza, los tiene identificados y no permitirá su regreso.
En la actualidad, ante las elecciones presidenciales que se aproximan, los ciudadanos se encuentran en estado de alerta permanente, para no permitir retrocesos que afecte sus intereses; todo lo contrario, su participación tiene el sentido de avanzar en la consolidación del actual proyecto cuatrotransformista. El pueblo anhela que las obras de infraestructura, realizadas en el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, puedan llegar también a otras regiones rezagadas del País y que, lejos de estancarse, esos importantes avances se les impulse a nuevas dimensiones, buscando siempre el progreso y la soberanía de México, así como el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de este gran país.
En lograr ese propósito supremo a favor del País, no hay medias tintas por parte de la ciudadanía, la cual lucha con todas sus fuerzas porque la transformación de México siga su marcha ascendente, robusteciendo el bienestar del pueblo. Las regiones deben ir trazando su propio proyecto de gran calado, que se armonice con el progreso del País. La potencialidad, la abundante riqueza natural, la gran herencia cultural y la laboriosidad del pueblo mexicano son los valiosos recursos que cuenta el País para lograr un desarrollo más armónico, que lo lleve a convertirse en una potencia económica entre los países de Latinoamérica.
Como lo hemos enfatizado, siempre el pueblo es el autor de su destino. Se ha demostrado a lo largo del tiempo: cuando el pueblo se decide no hay nada que impida su liberación y el establecimiento de las más amplias libertades, con justicia y democracia.