Caer y levantarse
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@rodolfodiazf
Lo fatal no es caer, sino permanecer caído. Un boxeador no pierde la contienda por haber sido derribado en un asalto, sino por no levantarse y continuar la pelea pactada.
La tercera estación del Vía Crucis -Jesús cae por primera vez- fue comentada por una persona detenida por asesinar a una persona: “Fue la primera vez que caí, pero esa caída fue para mí la muerte: le quité la vida a una persona. Un día fue suficiente para pasar de una vida irreprochable a cumplir un gesto que encierra la violación de todos los mandamientos. Me siento la versión moderna del ladrón que implora a Cristo: «¡Acuérdate de mí!». Más que arrepentido, lo imagino como uno que es consciente de estar en el camino equivocado”.
Narró que el ambiente de su infancia fue frío y hostil: “Buscaba amigos sinceros, buscaba ser aceptado tal como era, sin poder lograrlo. Sufría por la felicidad de los demás, sentía que todo eran obstáculos, me pedían sólo sacrificios y reglas que respetar. Me sentí un extraño para todos y busqué, a cualquier precio, mi venganza”.
Expresó que el mal fue creciendo dentro de él sin que lo percibiera: “La rabia asesinó a la amabilidad, cometí un mal inmensamente mayor a todos los que había recibido… También conduje a mi familia al precipicio, por mi causa perdieron su apellido, el honor, se convirtieron solamente en la familia del asesino”.
Resuelto, concluyó: “Mi primera caída fue pensar que en el mundo no existiese la bondad. La segunda, el homicidio, fue casi una consecuencia; ya estaba muerto por dentro… No busco excusas ni rebajas, expiaré mi pena hasta el último día porque en la cárcel he encontrado gente que me ha devuelto la confianza que perdí”.
¿Me levanto y recupero la confianza?