Bárbaros a la puerta

David Cristóbal Álvarez Bernal
27 abril 2022

Qué lejos está la Semana de la Moto de sus primeros eventos. Los números no mienten. Esta Semana de la Moto terminó con varios muertos y heridos, pero, sobre todo, con una sensación de la mayoría de los mazatlecos de que el evento se salió de control.

Al caos vial se le sumaron la grosera actitud de algunos motociclistas que se sintieron dueños de la ciudad y alentados por un Alcalde que se unió a la pisteadera, hicieron lo que quisieron.

Y las autoridades (¿Cuáles?) pintadas. No se puede negar que este evento trae una derrama económica importante pero no creo que eso sea justificación para tener que soportar el caos vial y la inseguridad que acabamos de experimentar.

Como dije, la Semana de la Moto está muy lejos de ser lo que era y se ha transformado en una oportunidad para que los motociclistas tomen la ciudad y hagan lo que les venga en gana.

¿Recuerdan los Springbreak? No sé si mucha o poca, pero también generaban una derrama económica y poco a poco empezaron a salirse de control y provocar un caos en la ciudad.

Hasta que llegó un Alcalde (Alejandro Higuera) que sacó cuentas y llegó a la conclusión de que la derrama económica no pagaba el costo social de soportar que los jóvenes tomaran por asalto la ciudad.

Ese Alcalde, a diferencia del que tenemos, les dio más peso a los ciudadanos que al tema económico y empezó a meter en cintura a los jóvenes gringos que venían de vacaciones.

La diferencia se notó rápidamente. La ciudad recuperó su tranquilidad.

Lo que acabamos de vivir debe servir de experiencia para que los organizadores de ese evento se pongan a pensar que deben hacer para evitar que los motociclistas se salgan de control.

Y las autoridades encargadas de poner orden también deben pensar que operativos deben implementar para que no vuelva a suceder lo que vivimos, tomando en cuenta que los “operativos” que implementaron no sirvieron para nada.

Las autoridades municipales, empezando por el alcalde, deben darse cuenta de que, primero está la tranquilidad de los mazatlecos que cualquier evento, incluido la Semana de la Moto.

Si en lugar de sumarse a la fiesta, el alcalde se pusiera por fin a trabajar, le bastaría el sentido común para darse cuenta de que algo está mal y que va a ponerse peor si no hace nada.

Bienvenida la derrama económica, pero no creo que con la planeación debida (como al inicio), la Semana de la Moto no pueda realizarse respetando en lo que cabe la tranquilidad de los ciudadanos.

La cosa es relativamente sencilla: simplemente que apliquen la ley y pongan en marcha operativos eficaces para evitar el caos vehicular y los accidentes fatales.

Como la historia lo demuestra, cuando los bárbaros están a la puerta, es porque algo malo va a pasar. Los bárbaros ya están a la puerta ¿Los van a dejar destruir la ciudad?