Baba Yagá (2)

Guillermo Fárber
19 abril 2023

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De la violentísima franquicia de John Wick.

La primera referencia clara a Baba Yaga (Iaga baba) está en la Gramática rusa (1755), de Mijaíl Lomonósov. En el libro de Gramática, de Lomonosov, Baba Yaga se menciona dos veces entre otras figuras en gran parte de la tradición eslava. La segunda de las dos menciones ocurre dentro de una lista de dioses y seres eslavos junto a su presunta equivalencia en la mitología romana (el dios eslavo Perun, por ejemplo, aparece equiparado con el dios romano Júpiter). Baba Yaga, sin embargo, aparece en una tercera sección sin una equivalencia, destacando su singularidad percibida incluso en este primer testimonio conocido.

En las narraciones en las que aparece Baba Yaga, ella muestra una variedad de atributos típicos: una choza giratoria con patas de pollo; y un mortero, mortero y/o trapeador o escoba. Baba Yaga a menudo lleva el epíteto Baba Yaga ‘kostyanaya noga’ (‘pierna huesuda’), o Baba Yaga ‘szheleznymi zubami’ (‘con dientes de hierro’) y cuando está dentro de su vivienda, se la puede encontrar tendida sobre la estufa, llegando de una esquina de la cabaña a otra. Baba Yaga puede sentir y mencionar el ‘dukh russkiy’ (‘aroma ruso’) de aquellos que la visitan. Su nariz puede pegarse al techo. Algunos narradores pueden poner especial énfasis en la repulsividad de su apariencia.

En algunos cuentos, un trío de Baba Yagas aparece como hermanas, todas compartiendo el mismo nombre. Por ejemplo, en una versión de La doncella zar, recogida en el Siglo 19 por Alexander Afanasyev, Iván, el hijo de un apuesto comerciante, se dirige a la casa de uno de los tres Baba Yagas:

Viajó hacia adelante, en línea recta ... y finalmente llegó a una pequeña cabaña; Se paró en campo abierto, girando sobre patas de pollo. Entró y encontró a Baba Yaga el huesudo. ‘Fie, fie’, dijo, ‘el olor ruso nunca se escuchó ni se vio aquí, pero ha llegado por sí mismo. ¿Estás aquí por tu propia voluntad o por compulsión, mi buena juventud?’. ‘¡En gran parte por mi propia voluntad, y el doble por compulsión! ¿Sabes, Baba Yaga, dónde está el tres veces décimo reino[ru]?’. ‘No, no lo hago’, dijo ella, y le dijo que fuera con su segunda hermana; ella podría saberlo._ Aleksandr Afanásiev, La doncella zar, Cuentos de hadas rusos (1973)

Ivan Bilibin, Baba Yaga, ilustración en 1911 de El cuento de las tres maravillas del zar y de Ivashka, el hijo del sacerdote (A. S. Roslavlev)._ Iván camina durante algún tiempo antes de encontrarse con una pequeña cabaña idéntica a la primera. Este Baba Yaga hace los mismos comentarios y hace la misma pregunta que el primero, e Iván hace la misma pregunta. Este segundo Baba Yaga tampoco lo sabe y lo dirige al tercero, pero dice que si ella se enoja con él “y quiere devorarte, toma tres cuernos de ella y pídele permiso para tocarlos; sopla el primero suavemente, el segundo más fuerte y el tercero aún más fuerte”. Iván le da las gracias y continúa su viaje.

Después de caminar durante algún tiempo, Iván finalmente encuentra la choza de patas de pollo de la más joven de las tres hermanas girando en un campo abierto. Esta tercera y más joven de las Baba Yagas hace el mismo comentario sobre ‘el olor ruso’ antes de correr a chasquear los dientes y consumir a Iván. Iván le ruega que le dé tres cuernos y ella lo hace. El primero sopla suavemente, el segundo más fuerte y el tercero aún más fuerte. Esto hace que lleguen aves de todo tipo y pululen por la cabaña. Uno de los pájaros es el pájaro de fuego, que le dice que salte sobre su espalda o Baba Yaga se lo comerá. Lo hace y el Baba Yaga lo apresura y agarra al pájaro de fuego por su cola. El pájaro de fuego se va con Iván, dejando atrás a Baba Yaga con un puño lleno de plumas de pájaro de fuego”.