Ataques a Noroeste en nuevas ‘modalidades’

Noroeste
30 agosto 2020

""

Noroeste explicado

En el periodismo, no solo en Noroeste, sabemos que estamos expuestos a riesgos. No es una profesión sencilla, y aunque no lo llegamos a calificar de heroico ni nada por el estilo, sí estamos conscientes de que siempre va a haber algo o alguien que nos acecha, ya sea como periodistas en lo individual o como organización.

Para nuestros lectores no es nada nuevo decir que en Noroeste hemos recibido ataques a lo largo de nuestros casi 47 años de existencia.

Es nuestra política ventilar y publicar cada ataque que recibimos, también denunciarlo antes las autoridades competentes cuando así sea el caso, y hasta en organismos internacionales de libertad de prensa si lo consideramos conveniente. Sabemos que dada la impunidad reiterada de ataques anteriores, la mayoría de las veces nuestra única protección es la denuncia pública. Que quede consignado por lo menos en las páginas de nuestros diarios. Por eso nuestros lectores están enterados de todos y cada uno de los sucesos que hemos enfrentado. Creemos que en esto, la transparencia también cuenta.

De hecho Noroeste nació a contracorriente, ideado y fundado por un grupo de periodistas y empresarios contestatarios que no estaban de acuerdo con lo que veían que pasaba en el estado y en el País y buscaron crear un proyecto para ayudar a que eso cambiara, a que hubiera un mejor manejo gubernamental, una mayor transparencia en los entes públicos y en sí, una mejor sociedad.

Difícil evaluar ahora si lo hemos logrado o no, aunque sea un poco, pero digamos que la “rebeldía”, por llamarlo de alguna manera, está en nuestro ADN, sin embargo sabemos que con ello vienen también los riesgos. Nuestras publicaciones, sobre todo las denuncias de corrupción, de malos manejos en los gobiernos y la iniciativa privada y de información relacionada con la violencia, nos acarrean enemigos.

Desde persecuciones fiscales hasta ataques a balazos a nuestras instalaciones y a nuestro director, despojo de nuestro equipo de distribución en sus vehículos, acoso sobre todo a nuestras periodistas por parte de funcionarios o anónimos en redes sociales, y por supuesto amenazas indirectas o muy directas son algunas de las situaciones que hemos vivido a lo largo de más de cuatro décadas.

En los últimos años, el acceso a redes sociales ha cambiado también la manera en que nos acosan o buscan exponernos.

Algunas de nuestras periodistas han sufrido campañas en Facebook y WhatsApp con las que intentan desprestigiarlas y en esta semana vivimos un hecho que ya nos había pasado anteriormente en otra ocasión.

A través de un número de WhatsApp donde colocaron la foto y el nombre de nuestro director general circularon mensajes con acusaciones a un empresario, en un claro caso de suplantación de identidad.

Los medios, sobre todo los diarios independientes como nosotros, somos especialmente sensibles en lo económico, y ahora una de las estrategias de estos mensajes al parecer es intentar ponernos en una postura de ataque hacia el segmento empresarial del cual forman parte la mayoría de nuestros clientes comerciales, quienes con su publicidad sostienen nuestra empresa.

Nuestra estrategia de reacción, como siempre, fue aclarar de inmediato en una nota publicada en nuestros sitio y redes sociales, porque es importante para nosotros como empresa no dejar pasar este tipo de ataques que, aunque pudieran considerarse menores, no dejan de ser agresiones por nuestra labor periodística.

La misión de Noroeste es “informar con credibilidad contenidos de calidad en forma creativa, entretenida y relevante para formar mejores ciudadanos”, y la tenemos tatuada en nuestra diaria labor, aún sabiendo que a veces la publicación de alguna información nos puede poner en riesgo.

Pero nos debemos a nuestros lectores y es a ellos a quienes rendimos cuentas a diario a través de nuestras publicaciones.