Aprovechar la hibernación

Rodolfo Díaz Fonseca
04 diciembre 2020

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Al iniciar diciembre es lógico que pensemos en el tiempo de invierno y, sobre todo, en la Navidad. En México, este año comenzará el invierno el lunes 21. Es sabido que el invierno sinaloense no es demasiado riguroso, así que no se debe esperar un descenso considerable en las temperaturas, aunque se pronostica un considerable número de frentes fríos.

La palabra invierno procede de los vocablos latinos hibernus e hiems, aunque algunos lingüistas pretenden derivarla popularmente de in (contra) vernus (primavera). Sin embargo, el ejemplo clásico lo encontramos en Cicerón: Erat hiems summa (se estaba en pleno invierno).

La hibernación es la inactividad prolongada que tienen muchos organismos para sobrevivir durante la etapa invernal. Pero, el uso de este término puede aplicarse también a los seres humanos, a la tecnología y a otros campos, como indicó Elie Ayurugali en su libro Caminar en la fragilidad:

“En el campo informático, hibernar un ordenador es apagarlo, pero guardando en el disco duro la información sobre el estado en que se encuentra nuestro trabajo”, expresó para diferenciar la hibernación de la suspensión.

“Mientras el equipo esté suspendido, la información de la memoria del equipo no se guarda en el disco duro… De ahí que en caso de necesidad sea preferible la hibernación: gastar menos energía sin renunciar o poner en peligro a los logros adquiridos”, añadió.

La pandemia nos ha obligado a una prolongada hibernación. No obstante, aconsejó, es un tiempo que debemos aprovechar: “Hay que saber retirarse un tiempo mientras pasa la tempestad. Si no te sientes preparado para enfrentarte a una situación problemática, tómate un descanso. No te dediques a gastar tus energías inútilmente. No libres una batalla si de antemano sabes que no la vas a ganar. Si puedes ahorrar energía, hazlo”.

¿Aprovecho la hibernación?