Anécdota con celebridades

Guillermo Fárber
27 abril 2022

El Gerardo: “Creo que un buen tema es la fantasía con las celebridades, sobre todo si se rozó a una deidad como Catherine Deneuve. Creo que todos debemos tener anécdotas del estilo. Yo tengo varias, aunque ninguna tan celestial como la de Erny. Y como soy morboso hubiera querido detalles de las fantasías con la Bella de Día. Bueno, yo tengo una, pero al revés. Quienes hayan leído mi novela Las Furias recordarán cuando el personaje regresa, derrotado, de la guerra. Busca a su madre y se entrevista con ella enfrente del Hotel del Bosque, donde era ama de llaves. En realidad la entrevista fue en el lobby del hotel y mi madre me obligó a peluquearme en una estética que estaba ahí mismo. Yo era un adolescente y mientras esperaba a mi madre se me acercó una ruca extravagante que comenzó a seducirme. Olía a perfume y gesticulaba al hablar. La recuerdo blanca, muy maquillada y alguna arruga se adivinaba en su cuello. Pero se notaba que había sido potable. Para no hacer más larga la historia terminó por invitarme a su habitación. Después de lo que yo había vivido, la tensa clandestinidad, etcétera, yo estaba más bien resignado a lo que fuera. Íbamos muy contentos en un pasillo cuando se apareció mi madre para rescatarme. Ahora me arrepiento de no haber puesto la historia completa en la novela que tiene un tono muy trágico, y la vida es más bien contrastante. Se trataba de Pita Amor, que en sus juventudes fue musa de varias celebridades, una de ellas Diego Rivera. Lo curioso es que ese hotel, lo supe luego, estaba bajo control de la Dirección Federal de Seguridad -la Gestapo mexicana-, que todavía me perseguía. Así que había ahí otro peligro más grande que la Pita Amor de cuyas lujuriosas garras me rescató mi madre jajajaja”.

Lo de ‘potable’ de Gerardo es una subestimación, Pita era realmente bonita de joven: https://duckduckgo.com/?q=poemas+de+pita+amor+letania+de+mis+defectos&atb=v314-1&ia=web

Yo conocí a Pita Amor. Vivía por aquí cerca. Era una vieja agresiva, divertida y talentosa, que caminaba por las calles siempre armada con un paraguas que esgrimía abiertamente a la menor ocasión. Contaré una sola anécdota. Una vez yo estaba comiendo en una mesa en la acera de un restaurante en la Zona Rosa con el doctor Florentino Camacho (un entrañable amigo unos 15 años mayor que yo, oriundo de Guamúchil, de quien no tengo noticia alguna desde hace mucho tiempo, a pesar de haberlo buscado afanosamente vía internet). Platicábamos tranquilamente cuando se apareció Ia Pita con su habitual aire beligerante, se dirigió a nosotros y sin más le espetó a gritos al doctor, apuntándole con su temible paraguas: ‘¡Tú eres muy feo!’ Yo me boté de risa, el doctor se enojó.

https://poemas.yavendras.com/pita-amor/

Soy vanidosa, déspota, blasfema;

soberbia, altiva, ingrata, desdeñosa;

pero conservo aún la tez de rosa.

La lumbre del infierno a mí me quema.

Es de cristal cortado mi sistema.

Soy ególatra, fría, tumultuosa.

Me quiebro como frágil mariposa.

Yo misma he construido mi anatema.

Soy perversa, malvada, vengativa.

Es prestada mi sangre y fugitiva.

Mis pensamientos son muy taciturnos.

Mis sueños de pecado son nocturnos.

Soy histérica, loca, desquiciada;

pero a la eternidad ya sentenciada.