¿Alianzas o cada partido por su lado?
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alexsicairos@hotmail.com
¡Qué empiecen los juegos del poder!
Nada está escrito del desenlace que tendrá el 6 de junio del 2021 la elección de Gobernador de Sinaloa, sin embargo, sí es posible una predicción resultante del estado actual de proyección del voto y de comportamiento del ánimo ciudadano: en dado caso de que cada partido con registro local decida ir por su cuenta, con candidato propio, el Movimiento Regeneración Nacional ganará los comicios para renovar el Poder Ejecutivo Estatal.
Como en los viejos tiempos del PRI, cuando antes de definir a los candidatos ya se sabía que este partido ganaría la votación, en la actualidad Morena tiene el monopolio de la simpatía popular en gran parte del País y le alcanza para ganar las gubernaturas siempre y cuando sus competidores electorales entren en pánico y colisionen con los fantasmas de siempre en vez de crear colaciones competitivas.
Cuando Quirino Ordaz Coppel sostiene en reuniones privadas que en Sinaloa el Partido Revolucionario Institucional retendrá la Gubernatura, debería agregar algunos puntos suspensivos y enseguida precisar: si es que se logra construir una alianza política que deje en desventaja a la que pueda armar la Cuarta Transformación, que vendrá con todo el aparato y fuerza de la estructura federal del poder.
Primero, antes de las hipótesis intimidantes es importante saber quién irá con quién en el confuso giroscopio sucesorio que vira un día para acá y al día siguiente para allá. El problema es que el PRI, PAN, PAS, PRD y MC caen en la estrategia de tenerlos con la brújula descompuesta, táctica que al otro bloque, integrado por Morena-PT y chiquillada acompañante, le da tiempo para estudiar y desquiciar al mismo tiempo al adversario.
Segundo, las definiciones tempranas permiten trazar estrategias de certidumbre con la condición de que el partido que quiera encabezar y los que determinen sumarse garanticen apego a los acuerdos, pase lo que pase en la escena electoral. Una muestra: qué mal se ve el PRI estatal cuando Sergio Torres Félix, que ocupa el cargo de Secretario de Pesca estatal, amenaza que será candidato a Gobernador con o sin el apoyo de las siglas en que milita.
Y tercero, la utilización de las oportunidades de alianza con fines de chantaje descalifica por adelantado a quien adopte esta actitud y ahuyenta las empatías. La congruencia se convertirá en el plus de las propuestas debido a que está escasa en el mercado de las componendas políticas. Otro ejemplo: la falta de compactación en la bancada de Morena en el Congreso de Sinaloa le da pauta a múltiples intereses, ideologías y traiciones presentadas con una sola envoltura.
Los electores aceptarán perfiles políticos decolorados, sanitizados y verosímiles. De no hallarlos en las alianzas que se integrarán para competir contra Morena, los buscarán en la 4T que a pesar de las expectativas caídas tiene ampliado el plazo de la esperanza. Vale enfatizar en que lo siniestro perdió pertinencia en la política mexicana, aunque buscar al líder probo continúe siendo tarea pendiente y azarosa.
En Sinaloa se diseñan dos grandes alianzas electorales. Una fincada en el triunfalismo sin más fundamento que el de la repetición del efecto AMLO en la decisión popular; otra sustentada en la renovada decepción social que abre la débil posibilidad del voto razonado y el cambio de apuesta, o vuelta lo mismo, del electorado. Son bocetos, por ahora, con finales tan variantes como cambiantes son los apetitos en juego.
Por lo pronto es difícil saber si el PRI, que preside uno de los bloques políticos, entendió las lecciones que le han sido traumatizantes durante las dos décadas recientes. Igual de complicado resulta verificar si en Morena, a la cabeza de otra coalición, acabó la larga fiesta del triunfo de 2018 y se sentó a contar el saldo de tan atroz conmemoración.
Hoy asoma como elemento de análisis solamente el galanteo previo a los apareamientos políticos, pero el hecho de que una ideología seduzca a la otra no produce por automático el enamoramiento de las masas. Vamos viendo qué pasiones que duren se dan entre los partidos, y cuáles amores perros empezarán con corta fecha de caducidad.
Reverso
Con estos primarios afectos,
Caen en exceso de confianza,
Y por creerse ya electos,
Le ponen precio a la alianza.
Pescar a río revuelto
Igual que en 2016, Sergio Torres Félix se alborota para ser candidato del PRI a Gobernador. No es tanto porque el que se mueve sí sale en la foto, eso ya lo logró, sino porque vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Anda de pesca, sin duda, y para eso lanza las carnadas en todas las alcantarillas. Ni él mismo se cree eso de ganar la votación con la trayectoria que lo aniquila en el ánimo social. Debería pensarlo más antes de despertar los fantasmas de los “morrines” o desenterrar los secretos del Par Vial de Culiacán. ¿O acaso le dio luz verde el Gobernador Quirino Ordaz?