Ahora sí hubo con queso... las quesadillas
No sabíamos nada del operativo, hasta que nos avisaron esta mañana, en la madrugada.
Recuerdo haber estado abrochándome el uniforme cuando pensé que era momento de hacer mi trabajo, para lo que estoy entrenado y la razón por la que me enlisté.
Hasta que el disparo que me pasó cerca de la cabeza me despertó con su onda, ese maldito sonido mortal que corta el viento. Me despertó de esa burbuja de optimismo, adrenalina y valentía que da escuchar la canción que más te gusta, me despertó y me devolvió a la realidad.
Esos putos, creen que mi unidad les va a tener miedo nada más porque son más que nosotros.
Vienen de robarse un autobús y un tráiler con manzanas que los quemaron y usaron para bloquear la caseta de Costa Rica, la salida sur de Culiacán que te lleva a Mazatlán.
Los correteamos y los atoramos unos 20 kilómetros hacia Elota.
Puta madre, si no me muevo me toca esa ráfaga.
Esos güeyes traen mucho arsenal, pero tiran a la brava.
No lo niego, me estoy muriendo de miedo, pero también estoy preparado.
Traigo media docena de cargadores para mi FX en la panza de mi chaleco, sé que no debo tirarme porque se me pueden quebrar porque son de plástico.
Me ha servido, en mi entrenamiento, entender que si soy frío y eficaz, como mis compañeros, puedo salvarme y también a mis compañeros.
Ahorita que termine mi primera carga, aprovecho para voltear y meter el otro que ya traigo pegado con cinta.
¡Ratatatatatata! ¡Taz, taz, taz! ¡Ratatatatatata!
¡Aguas, aguas con las granadas!
Grito repitiendo la orden para que los demás oigan.
¡Bang, bang!
Creo que le di a uno.
Nosotros tiramos así, de uno a uno, porque nos enseñan a ser disciplinados y efectivos.
Acabo de escuchar que vienen refuerzos desde el sur y desde la caseta al norte. Si logramos detenerlos otro rato, los vamos a hacer que se rindan.
Esa raza de Cártel sí son de cuidado, pero siempre son demasiados.
Les repito que tengo miedo, el primer Jueves Negro en Culiacán estaba más aterrado, ahora estoy más consciente.
Pum, ya le dieron a otro. Ya se van, ya se van. Los hicimos correr.
Tiene razón el capitán, hay que quemar las cuatro camionetas que quedaron para que no las vuelvan a utilizar, que les cueste, que batallen.
Seguramente sabían que venían refuerzos y por eso decidieron irse ante de enfrentarse a nosotros o exponerse a ser detenidos.
Yo soy un sargento del Ejército que me convertí ya en oficial de la Guardia Nacional por órdenes de arriba.
Pero mis ideales siguen intactos, respetamos la ley y la hacemos respetar.
Si es cierto eso que dicen que la seguridad pública debe tener un mando civil, pero también es cierto que el Presidente puede hacer decretos.
Yo estoy con el Presidente porque es el Comandante Supremo y ahora con lo de la Guardia Nacional creo que sí hay más opciones de carrera para nosotros.
Pero claro que nada se regala, para avanzar hay que responder a convocatorias y aprobar las evaluaciones.
Hay que hacer exámenes de condición física, sociológico, médicos, de habilidades y aptitudes, de tiro, de supervivencia, hasta de tirarse de la plataforma de 10 metros.
Sí hay chanza de avanzar, pero es para raza comprometida, por eso de cierto nivel para acá, para arriba, los buscan los narcos.
Ya estamos en la caseta y no hemos visto algo más. Bueno, de lejos se ven las camionetas que se van por los caminos, que nos sacan la vuelta.
Es que no fue la misma, ahora si hubo coordinación y respuesta de todos.
Por eso digo, me da risa, de que dijeron allá en la Sedena que tenían seis meses de trabajos de inteligencia y a nosotros nos avisaron apenas en la mañana
La vez pasada no había muchos de nosotros en la ciudad y no sabíamos qué rollo, nos agarraron descuidados.
Esta vez nos llamaron a todos, estábamos atentos y estábamos en todos lados.
Es cierto que ahora hubo más tiempo de enfrentamientos y violencia, pero fue afuera de la ciudad.
Esta vez hubo menos violencia en la ciudad, menos heridos y víctimas civiles.
Esta vez lo aperingaron y en chinga se lo llevaron a la FGR, lo que vieron de los aviones en el aeropuerto y los convoys era pura distracción.
Ahora ya no fue la misma, ahora sí hubo con queso las quesadillas.