Agenda Sinaloa-EU: Ken no vino de paseo. A presumir logros en fentanilo y violencia

Alejandro Sicairos
09 septiembre 2022

alexsicairos@hotmail.com

A pesar de que las visitas a Sinaloa de cancilleres de otros países habían sido al revés, pues éstos traían las valijas diplomáticas llenas de propuestas, en la estancia en Mazatlán del Embajador de Estados Unidos para México, Ken Salazar, fue el Gobernador Rubén Rocha Moya el que aportó dos buenas ofrendas con el descenso de homicidios dolosos que permite retirar la alerta de peligro a los turistas procedentes de aquel país, y los importantes decomisos de fentanilo que registra la entidad para reducirles allá el acceso a drogas sintéticas.

En correspondencia, Ken Salazar asumió las gestiones para que el warning sobre Sinaloa deje de ser tan agresivo y ofreció convertirse en agente promotor de inversión extranjera, que al fin de cuentas son promesas, pero con alta probabilidad de que se cumplan. Siempre las agendas que autoridades estadounidenses desarrollan en cualquier estado van más allá de la cortesía y son escrupulosamente calculadas en alcances, riesgos y planteamientos.

Habrá que ponerle mucha atención a lo que Embajador y Gobernador trataron en privado y sobre todo al tema de seguridad pública donde Sinaloa es de importancia estratégica para la Casa Blanca, por ser la sede del Cártel de Sinaloa, considerado el mayor productor de drogas de diseño y por otra razón esencial: magnates y turistas de Estados Unidos tienen interés en retomar inversiones y viajes con la condición de sentirse seguros.

A Mazatlán, o mejor dicho a todo el sur de Sinaloa, le crea mala fama internacional la alta incidencia de desapariciones forzadas que contrasta con el comportamiento a la baja de delitos del alto impacto donde presenta avances el abatimiento de homicidios dolosos si se compara el mismo período enero-agosto del año anterior y el actual, con 437 en 2021 y 330 en 2022. Procede a ratificarse la tendencia del descenso que inició en 2019 con 936 casos, 2020 con 810 y 2021 con 645.

No obstante, lo que mayor beneplácito puede causarle al gobierno de Joe Biden es que Sinaloa figura en México con los mayores aseguramientos de laboratorios que elaboran fentanilo y volúmenes incautados. Esto lo refrendó el Secretario de Seguridad Pública estatal, Cristóbal Castañeda Camarillo, quien dio a conocer en el marco de la reunión Rocha-Salazar que el 92 por ciento de ese esfuerzo nacional se realiza aquí.

Este dato es muy poderoso y el Gobernador Rocha lo puede capitalizar para Sinaloa en cuanto a la gestión de recursos del extranjero para reforzar la lucha contra dicha droga a través del enfoque social de llevar oportunidades de vida lícita a las regiones aportantes de mano de obra para el narcotráfico. El informe de diciembre pasado rendido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indicó que de abril de 2020 a abril de 2021 murieron más de 100 mil personas por sobredosis de drogas y el 60 por ciento de éstas se asoció con el fentanilo. El aumento de casos representó el 50 por ciento.

Por esa tragedia creciente en Estados Unidos, tal vez la distinción de la Embajada de acudir a Sinaloa trae el mensaje de agradecimiento al gobierno de Rocha Moya, extensivo a la fuerza pública militarizada y estatal, por evitar que esta droga considerada 30 veces más potente que la heroína llegue a los estadounidenses en mayores cantidades. Hay cosas que por cuestiones de seguridad no se dicen en público, pero quizás en el contexto ultrasecreto haya habido buenas noticias.

Con tales resultados a la mano Washington no le escatimaría a la interlocución del Gobernador de Sinaloa en asuntos como el control de las armas que aquel país les vende a organizaciones criminales mexicanas, medidas enérgicas para que al reducir la demanda de drogas de diseño en Estados Unidos se abata también en México la producción y oferta de éstas, sin descartar que de allá se financien programas que ataquen las causas estructurales del narcotráfico que son pobreza, falta de empleos dignos bien remunerados, y deficiente acceso de la población a la educación, cultura y promoción de la paz.

En verdad esta vez fue más lo que aportó Sinaloa que lo que trajo Ken Salazar, independientemente de que lo prometido por el Embajador falta de transitar de las palabras a los hechos. El emisario de Biden se llevó buenas noticias, ya hechas y derechas, a cambio de generar altas expectativas, buenas intenciones al final de cuentas.

De cualquier forma, dejó expresiones como esta de “para que el pueblo tenga tranquilidad y prosperidad se requiere la seguridad” que serán definitorias para que desde Sinaloa o Palacio Nacional se le dé el viraje de la corresponsabilidad binacional en lo que compete a seguridad pública y, como emergencia compartida, el combate a la producción y trasiego de drogas.

Y de la visita a Sinaloa la vistosa cortesía no revela del todo el fondo del motivo. Quién sabe qué fue lo que trajo a Ken Salazar a Sinaloa, pero algo muy trascendente debió concretarse.

Ken: debes ir directo al grano,

¿Qué buscas de los sinaloenses?

Porque el Tío Sam, ni lo pienses,

Nunca hace visitas en vano.

Podría ser síntoma de estabilización de la relación entre el Congreso del Estado y la Universidad Autónoma de Sinaloa la designación que hizo ayer la 64 Legislatura para que la representen los diputados César Ismael Guerrero Alarcón (Morena), Cinthia Valenzuela Langarica (PRI) y Gene René Bojórquez Ruiz (PAS) ante la Contraloría Social Universitaria. Como que ha funcionado la actitud de moderación que presenta el Rector Jesús Madueña Molina para que el trato que reciba la UAS se ciña a lo institucional, no a otros elementos de juicio.