Acuerdo por Sinaloa, punta de lanza. Con o sin la 4T, a reconstruir la casa

Alejandro Sicairos
06 mayo 2020

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alexsicairos@hotmail.com

 

De cumplirse lo estipulado en el encuentro Gobierno-IP del 30 de abril, hoy será formalizada la Mesa de Diálogo del Acuerdo por Sinaloa con los objetivos de fortalecer y darle seguimiento a las medidas de atención a la emergencia sanitaria por coronavirus y empujar el plan estatal para reactivar la economía, atender a los sectores afectados y dotar de máxima transparencia a estas medidas. Como se ve, son retos no menores a los que actualmente se enfrentan y serán logrados si la unidad de propósitos prevalece.

Con el Gobernador Quirino Ordaz Coppel a la cabeza, el pacto deberá definir los esfuerzos que se harán en la esfera estatal, independientemente de lo que pudiera hacer o no el Gobierno federal. Con la participación por lo pronto de las cámaras empresariales, el Consejo de Desarrollo Económico de Sinaloa y Gobierno del Estado se plantea darle forma al esquema de salida de la contingencia de Covid-19 y con visión incluyente evitar ocurrencias o errores en la fase de mitigación que las autoridades ya consideran cercana.

Sinaloa es de los pocos estados que no definen criterios de auxilio a las micro, pequeñas y medianas empresas. Datos del Observatorio Mipyme de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación reflejan que a diferencia de la mayoría de entidades que aplican programas como descuentos y diferimientos en el pago de impuestos, créditos de al menos 100 mil pesos cada uno, y otros apoyos extraordinarios, aquí y Tabasco son las excepciones.

En este Acuerdo por Sinaloa, encabezado con buena capacidad de convocatoria por el presidente del Codesin, Lauro Meléndrez Parra, existe la urgencia de crecer la coordinación entre sectores productivos, sociedad y gobierno para hacer mejor las cosas. Si bien es cierto que en lo que corresponde a la lucha contra el Covid-19 las directrices las está dictando el Gobierno federal, que exhibe desespero por ceñirse los laureles de victoria, lo que en el contexto sinaloense se haga mal tendrá consecuencias locales y no las asumirá el Gobierno Federal.

Si fueran ciertas las proyecciones de que después de alcanzar el pico de contagios Sinaloa va hacia el período de mitigación, entonces lo fundamental ahora es definir cómo entrar a la fase poscoronavirus. Todavía no hay un plan para tal momento, eso se ve y se siente, por lo cual la Mesa de Diálogo deberá darle forma y, obviamente, articular las energías desde la comprensión de que el gobierno de Quirino Ordaz no lo hará solo.

Desde el 30 de abril se trazaron algunas líneas de trabajo tales como intensificar la detección y atención de enfermos por coronavirus, realizar el pago a proveedores con los que el gobierno de Quirino Ordaz tiene adeudos, crear un fondo de recursos públicos para otorgar créditos a mipymes y delinear las acciones para la recuperación económica. Agrupados en dos ejes de acción se resumen en derrotar al coronavirus y poner de nuevo a Sinaloa de pie.

Es muy probable que el Gobierno del Estado todavía llegue con las manos vacías a la reunión de hoy. Está muy ocupado en la doble faena de detener la propagación del Covid-19 y, aparte, atender el guión que la Cuarta Transformación impone para que sin pretextos los estados se apeguen a él. Después de la felicitación que el coordinador nacional de las acciones anti Covid-19, Hugo López-Gatell, les hizo al Gobernador Quirino Ordaz y al Secretario de Salud estatal, Efrén Encinas Torres, por el manejo de la pandemia en Sinaloa, las estadísticas que vienen de México hablan del abatimiento de nuevos casos y las que se elaboran acá mantienen los contagios al alza.

Pero, insistimos, por lo que haga el centro tendrá que responder Palacio Nacional. En cambio, con pluralidad, apertura y rendición de cuentas le corresponde a Quirino Ordaz sentar las bases para que Sinaloa salga de la pesadilla lo más pronto posible y con menos traumas derivados de las desidias. Al tomarle la palabra al sector privado, que por cierto se ha comportado a la altura de la solidaridad que el estado necesita, es posible que nazca el pacto social más amplio para la restauración general.

Que sea punta de lanza para la alianza extraordinaria que Sinaloa ocupa en la emergencia sanitaria. Que nadie quede afuera por los motivos que sea, ni alguien se niegue a descender a la posición del contrario para convencerlo a integrarse a la hazaña común de levantarnos todos, entre todos, de esta caída. De nuevo vayamos juntos, tal como hemos ido integrados a vencer todas las adversidades.

Y hagamos votos para que esto no acabe siendo otro compendio de buenas intenciones. Que la Mesa del Diálogo del Acuerdo por Sinaloa sea instalada en piso parejo y dé lugar a responsables por área, vigilancia de cumplimiento de metas, reglas robustas de rendición de cuentas, observación ciudadana y voluntad de trabajo en los integrantes. No olvidemos que las cuatro patas de esta mesa, gobierno-sociedad-empresarios-transparencia, deben tener carga y resultados iguales.

Reverso

En esta Mesa del Diálogo,
Mostrémonos indivisibles,
Para armar el catálogo,
De nuestras salidas posibles.

 

Ruego y ultimátum

¿A quién dirigirle la súplica de que cuiden al personal médico si en todas las áreas gubernamentales se habla de afanes e inversiones sin límites para evitar que resulten contagiados por coronavirus y tengan que abandonar a los pacientes en los hospitales? Más de 2 mil médicos, enfermeras, y trabajadores del Sector Salud afectados por Covid-19 a nivel nacional, alrededor de 250 en Sinaloa, muestran lo contrario: no los están protegiendo como debieran. Al menos no olvide el Gobierno que hoy somos observadores impotentes de este absurdo, pero mañana seremos ciudadanos haciendo pagar por los errores.