Aciertos de Xóchitl y errores de AMLO
El discurso de la candidata a la Presidencia de la República, Xóchitl Gálvez, en su cierre de precampaña en la Ciudad de México, tuvo la virtud de poner más en evidencia ante los mexicanos al señalar y denunciar el cúmulo de errores del Presidente López Obrador, de su “gobierno” y de su “Cuarta Transformación”, así como de la falta de verdaderas políticas públicas con las que se enfrenten los múltiples problemas de los mexicanos y del país en general.
¡Vaya! Ni siquiera ha podido el Presidente llevar a buen término muchas de sus “geniales ocurrencias”, como el aeropuerto Felipe Ángeles, la mega farmacia, el seguro del Bienestar, su pseudo política migratoria y la no menos pseudo política de “abrazos no balazos”, como tampoco ha logrado las cacareadas “suficiencias energética y alimentaria” y mucho menos su deficientes políticas de relaciones internacionales y de combate a la corrupción.
Muchos de estos temas han sido tratados y comentados en reportajes, columnas sociopolíticas y económicas, así como en asombrosas investigaciones periodísticas que no se han quedado en lo que “se dijo”, sino que han ido al lugar de los hechos, realizado entrevistas, comparando estadísticas y en muchos casos hasta obteniendo pruebas como videos y audios que demuestran, por ejemplo, la corrupción de los hijos de AMLO o de sus funcionarios como los de Segalmex.
Señaló Xóchitl: las terribles equivocaciones como las de mandar el mensaje de acercamiento con los cárteles criminales y narcotraficantes, o bien la de abrir las fronteras a los miles de migrantes (todavía hay más de 300 mil de ellos en las fronteras nacionales), o la no menos grave equivocación de destruir el sistema nacional de distribución de medicamentos, sin contar con otro sistema para sustituirlo y qué se puede decir de suspender los planes de estudios escolares acusándolos de “neoliberales”, sin siquiera contar con su propuesta del nuevo plan de estudios que llegó mucho después, dejando a los maestros en la confusión de cuál plan aplicar.
Este régimen nunca fue capaz de enfrentar con éxito la pandemia de Covid 19, y de su vacunación, ocasionando con ello miles de muertos que pudieron haberse evitado, así como de enfermos que sufrieron meses de convalecencia por falta de una oportuna atención con vacunas y medicinas apropiadas y suficientes.
No es posible dejar de lado la denuncia de Xóchitl sobre las graves consecuencias de la militarización de tantas funciones públicas de carácter civil; ¿cómo le va a hacer Xóchitl como Presidenta para quitar a los generales y otros altos oficiales encargados de las fronteras, de la distribución de medicinas, de la construcción de puertos, ferrocarriles, carreteras y aeropuertos, así como de su mantenimiento? Muchos mandos del Ejército no tenían nada que hacer pues se tenían generales, coroneles, capitanes, almirantes, contraalmirantes, etc., sin un trabajo conocido pero que ahora sí tienen labores y presupuesto asignados, todo ello “protegido” por la “cábala” de la “seguridad nacional” para no rendir cuentas.
Fue muy clara Xóchitl en su denuncia del desorden administrativo que se sufre, de la falta de respeto al Estado de Derecho, a la democracia, a la rendición de cuentas, a la transparencia, así como a la voracidad de quedarse con los recursos de los fideicomisos para financiar sus propias obras de muy dudosa productividad, con la consecuencia de que no tuvo que ir muy lejos para comprobar la necesidad de esos fideicomisos como los del Fonden y otros, para cubrir riesgos naturales como el del huracán Otis en Acapulco, que hasta la fecha apenas se han atendido menos del 50 por ciento de sus consecuencias.
Es digno de mencionar en el discurso de Xóchitl los tres valores o principios que propone como fundamento de su gobierno, esto es, el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho a la verdad, que por cierto fue la aportación de Carlos Castillo Peraza en una de las plataformas políticas del PAN y que fueron la base de su tesis de postgrado en Europa. Carlos Castillo proponía además el Derecho a la Justicia, que, aunque no la menciona Xóchitl, está implícita en el cumplimiento de cualquiera de los tres primeros principios ya mencionados.
Así, no sólo se denunciaron los errores y fallos de este gobierno, sino que se planteó la filosofía y fundamentos políticos de un gobierno diferente, constructivo, no destructivo, de visión de futuro y no de retroceso como el actual.