¿A quién empoderar en la UAS?

Omar Lizárraga Morales
05 junio 2023

Después de varias semanas en un clima de conflicto, se ve la luz al final del túnel. El pasado viernes se reunió en privado el Rector Jesús Madueña con el Gobernador Rubén Rocha para acordar la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Lo medular en la Ley Orgánica, es el mecanismo para elegir a las autoridades, entiéndase Rector y directores de Unidades Académicas, es decir las Secciones II y VI de la Ley vigente. En otras palabras, cómo se va a distribuir el poder. Todo lo demás es accesorio.

Veamos, con la Ley Orgánica vigente, todas las autoridades son ratificadas por el H. Consejo Universitario mediante una terna que presenta la Comisión Permanente de Postulación. Ya se ha expresado en este espacio que este mecanismo carece de democracia directa, ya que los trabajadores y estudiantes no podemos votar para elegir a nuestras autoridades. El poder electoral está concentrado en los 289 consejeros.

No sabemos hasta el día de hoy, cómo se den los cambios a estos artículos de la vigente Ley, pero tanto el Gobernador, como los diputados de la actual legislatura, han propuesto una democracia directa, secreta y universal.

El supuesto básico de este mecanismo electoral es darle al Rector la legitimidad por la mayor parte de la comunidad universitaria. Supone también que es un derecho único e intransferible de los universitarios elegir a quien los represente, y que todos los miembros de la comunidad son iguales, con independencia del sector al que pertenezcan.

La comunidad universitaria de la UAS (estudiantes, trabajadores académicos y administrativos; activos y jubilados) está integrada por 172 mil 149 personas. Ese sería el universo electoral hasta el día de hoy para elegir al Rector, y está conformado de la siguiente manera: 156,175 estudiantes de todos los niveles; 7,192 trabajadores jubilados; 5,082 trabajadores académicos activos y 3,700 trabajadores administrativos e intendencia.

Mediante la elección directa y universal, los estudiantes son los que prácticamente decidirían el rumbo de la Universidad, pues ellos son la gran mayoría. A ellos se les estaría empoderando principalmente.

Sin embargo, en muchas Universidades de México y el mundo, y con el fin de igualar la balanza numérica en cuanto a votos, se ha establecido el “voto ponderado”. Esta puede ser una buena opción para el caso de nuestra Universidad.

Este mecanismo electoral consiste en establecer un porcentaje como tope máximo al total de votos de una población determinada. Por ejemplo, en la Universidad Autónoma de Nayarit, por un tiempo el Rector se elegía con un voto ponderado mediante el cual, el voto estudiantil representaba un 33 por ciento del total, el voto de los profesores otro 33 por ciento y el voto de los administrativos otro 33 por ciento. En otras universidades se pondera de diferente forma, como 45 por ciento estudiantes, 45 por ciento académicos y 10 por ciento administrativos.

Es muy válido empoderar a los estudiantes en una Universidad, puesto que son la población más grande y, por tanto, la más impactada cuantitativamente por las decisiones de las autoridades, pero también es cierto que este método electoral ha mostrado muchos vicios en su implementación.

La ponderación del voto es un mecanismo que igualaría la balanza electoral en cuanto a grupos de población de la UAS (y otras universidades públicas), y su poder de decidir mediante el voto. Mi propuesta es pues, otorgar el mismo poder a estudiantes, profesores y trabajadores administrativos; tanto activos como jubilados.

Es cuanto...