¿A qué viene el Secretario de Hacienda? Serenar Sinaloa, reto de Arturo Herrera
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Después de la inconformidad que generó en los gobernadores priistas y panitas la ley del embudo que se aplicó en la asignación y radicación a los estados del presupuesto federal en 2019, que inclusive motivó a que el Presidente Andrés Manuel López Obrador saliera en defensa propia a decir que “sí se les entregaron los recursos que les corresponden por ley”, la agenda de trabajo que cubrirá en Sinaloa el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez, trae como propósito central la “operación cicatriz”.
El titular de la SHCP no es un funcionario dado a la cortesía política y sí es referenciado como el frío hombre de números y de estrategias para la estabilidad económica. Poco acostumbra las giras por el territorio nacional excepto que tenga que apagar algún foco rojo y aún los puntos de alarma los deja evolucionar, a no ser que López Obrador le ordene intervenir. Eso poco importa porque aquí nadie le pedirá sonrisas y todos le solicitarán lana.
A eso viene a Sinaloa. La tensión social acumulada aquí por el coraje que causó el menosprecio a los productores del campo en el presupuesto federal para el año en curso, la todavía latente zozobra por el “Culiacanazo” del 17 de octubre, el creciente conflicto con trabajadores del sector Salud no regularizados, así como el desconcierto en que nació el Instituto de Salud para el Bienestar, hacen necesaria la maniobra centralista de serenamiento.
Además, sigue en el aire la palabra que AMLO empeñó en el primer año de gobierno para sacar adelante en Sinaloa proyectos de gran envergadura. La terminación de las presas Picachos y Santa María, la continuación de la carretera Badiraguato-Parral, el inicio de la Choix-Bahuichivo y la modernización de los puertos de Mazatlán y Topolobampo, son tareas pendientes de la llamada Cuarta Transformación.
Otros pendientes del nuevo régimen son los programas de apoyo a las familias desplazadas por la violencia en el sur de Sinaloa, la definición de recursos económicos y técnicos a las organizaciones de búsqueda de personas víctimas de desapariciones forzadas y la tan indispensable estrategia de seguridad pública que necesita que la Base Militar El Sauz sea habitada por elementos de la Guardia Nacional que se queden para efectuar labores permanentes contra la delincuencia.
De seguro traerá anuncios importantes en estos temas, o mínimamente respuestas. Más allá de que el Gobernador Quirino Ordaz haga hasta lo imposible por aparentar la excelente relación con López Obrador, ese trato cortés y recíprocamente correspondido está sujeto con los alfileres del fingimiento. Así lo perciben los sectores productivos, los secretarios del Gobierno del Estado y no tardan en descubrirlo los ciudadanos en general.
El periplo de Arturo Herrera considera encuentros privados con sectores sinaloenses lo cual es otro indicio de la intención por pacificar a aquellos que se sienten afectados por la 4T. Habrá que ver la actitud que guarde ante los que se oponen a que funcione la planta de amoniaco en la Bahía de Ohuira, en el norte; los productores agrícolas que se sienten ninguneados por el Gobierno Federal, en el centro, o la actividad pesquera que es abandonada como barco a la deriva, en el sur. De no traer soluciones, el hecho de que los escuche constituye avances.
La federalización de los sectores Salud y Educación es otro asunto pendiente que seguramente abordará el titular de la SHCP, sobre todo en estos momentos en que la falta de las reglas de operación del INSABI desencadena confusión en los beneficiarios y significa mayor gasto a los erarios locales. El dinero que se envía para tales áreas, al igual que el destinado a seguridad pública, no alcanza más que para darle forma a bolas de nieve que tarde o temprano impactarán en los dos niveles de gobierno.
Sea lo que sea, la estancia en Sinaloa del Secretario de Hacienda es una buena señal de parte del principal inquilino de Palacio Nacional porque cualquier otro integrante del Gabinete no puede crear las expectativas que genera Arturo Herrera. En añadidura, quien estará el viernes y sábado en Topolobampo, Culiacán y Mazatlán carece de la connotación pre electoral que se le pudiera atribuir a su visita.
¿A qué viene el Secretario de Hacienda a Sinaloa? No se sabrá hasta que él mismo devele el objetivo de esta inusual gira de trabajo. Hasta hoy lo que permeará en cuanta conjetura se arme es que la estrategia de él por venir, o la maniobra de AMLO por mandarlo, ha de traer los elementos de concordia política y de restablecimiento del pacto federal, mismos que abatan la sensación aislacionista que cobra fuerza en la tierra de los once ríos. Y la contraseña única es del signo de pesos.
Reverso
Traiga, Secretario de Hacienda,
Bastantes costales con dinero,
Que tan poderoso caballero,
Tendrá bienvenida estupenda.
Serenos Morenos
Quien también vino a pacificar ayer, pero a las huestes morenistas de Sinaloa, fue la dirigente del Movimiento Regeneración Nacional, Yeidckol Polevsky, que en medio del otro tsunami, el del vendaval de confrontaciones internas, luchas por el control del partido, personajes que un día militan y al otro son tránsfugas, así como disputas por las candidaturas que se darán en 2021, trajo un mensaje de unidad que ni ella misma se lo cree al ser el ojo de otro huracán de ambiciones que arrasa con los postulados de Morena. Lo bueno es que por unas horas los sinaloenses leales a la 4T supieron lo que es tener una líder, aunque les resultara más engañosa que la sopa Maruchan de camarón que sí quita el hambre, pero nadie ha encontrado el marisco que la etiqueta anuncia.