2021: los motivos del sufragio
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Predecir la orientación del voto electoral ha sido una de las principales preocupaciones de partidos y candidatos, saber interpretar las motivaciones del voto ciudadano resulta vital para establecer criterios de campaña en tiempos electorales.
Para analizar las razones del voto es necesario definir diversos factores, entre los que es importante considerar aspectos de la realidad social relacionados con la desigualdad y situación económica de la población, así como lo concerniente con el empleo, servicios y obras públicas. Estos factores siempre presentes para determinar el nivel y calidad de vida de la población, influyen en todo momento en la conducta que habrá de direccionar el sentido del sufragio de los electores.
Para el 2021, en Sinaloa se elegirán candidatos a diputaciones federales y locales, Gubernatura y presidencias municipales, lo que hace de esta elección un proceso intenso y muy probablemente con altos índices de votación, pues se pone en juego el destino político de los gobiernos estatal, municipales y Poder Legislativo en la entidad. Este escenario electoral de intereses locales define las variables de la naturaleza del voto, su intensidad, elasticidad y abstención como fenómenos siempre presentes en la intención del votante y con ello el reto mayor de establecer criterios de prospección que permitan establecer distintos escenarios.
A pesar de que la elección de 2018 fue una experiencia atípica por el fenómeno López Obrador, es muy probable que su influencia para determinar el voto disminuya debido al nivel de percepción que se tiene de los resultados de su administración de frente a una difícil circunstancia económica y de salud por la pandemia, pero fundamentalmente influirá en los electores su experiencia directa con los gobiernos y legisladores de Morena en la entidad.
Este escenario que coloca con cierta desventaja al partido de Morena, no significa que beneficie de manera proporcional a los partidos tradicionales como el PRI o el PAN, aunque ello se torne como una circunstancia de oportunidad, no garantiza que la intención del voto se dirija en favor de sus candidatos. Sin embargo, pone en la mesa la necesidad de analizar e interpretar más a detalle las razones que motivaron al elector en los últimos dos procesos electorales de 2016 y 2018, pues es muy probable que ambas experiencias se repitan de manera semejante en un mismo escenario electoral.
Para el especialista en temas electorales Elías Aguilar García, existen cuatro razones del voto ciudadano: los votos con origen diverso, que refieren la diferenciación de votos obtenidos por un partido en una misma contienda electoral, pero con razones significativamente diferentes, como el caso de la elección de 2000 donde el candidato Vicente Fox obtuvo el “voto duro” del partido por un lado, y por otro el denominado “voto útil” de electores que sin ser simpatizantes de Acción Nacional, votaron con el afán de ver perder al PRI.
Los votos con diferente intensidad, dos votos por el mismo partido o candidato no tienen la misma intensidad por la forma en que la emite el ciudadano. El elector simpatizante de un partido se encuentra polarizado incluso antes de la campaña electoral, ya está decidido su voto. Mientras que quienes no simpatizan por un partido en particular, probablemente razonan más su voto, valoran las diferentes alternativas, por lo que modifica la intensidad del voto.
La intención del voto es elástica, cuando hay una competencia abierta y equitativa, lo primero que se pierde es la lealtad de los partidos. Este tipo de voto es en última instancia un asunto de coyuntura, que puede cambiar dramáticamente con el tiempo. La intención de voto es una fotografía en un momento específico, que puede estar sujeta a variaciones significativas en un periodo corto de tiempo.
La abstención es también una conducta electoral, el elector decide acudir o no a votar el día de la elección, y está en una primera decisión, que se manifiesta en dos sentidos: el abstencionista disfuncional que nunca han ido a votar, y el abstencionista coyuntural que sólo sufraga cuando se presentan coyunturas especiales que le dan un particular valor a su voto.
Estas razones expuestas sirven de referente para afirmar con mayor certeza que el resultado de las votaciones entre una elección y otra, no representa una fuerza electoral vigente de los partidos, como tampoco garantiza un mismo resultado de éxito o fracaso.
Por ello la importancia de que los partidos y candidatos no sólo consideren los aspectos tradicionales de imagen, diseño y mercadotecnia, cuando está claro que son insuficientes, hacerlo significaría que se pretende ganar una elección de manera virtual, como muchos aspirantes ahora pretenden ganar candidaturas desde las redes y la declaración en medios.
Descifrar la intención de voto, requiere mayor profundidad en el conocimiento de la realidad social y una compresión que incluya no sólo el dato estadístico, sino el de una sincera empatía con las expectativas y necesidades más urgentes de los electores. Generar las motivaciones más profundas de la población para mover la intención de los sufragios en la búsqueda de objetivos comunes. Entre otras cosas.
Hasta aquí mi opinión, los espero en este espacio, el próximo viernes.