Saber amar

Dantiela Mendoza
16 noviembre 2015

"La pedagoga María Judith Turriaga busca educar desde la ciencia y la emotividad a las nuevas generaciones y a sus padres para alcanzar una vida plena"

Un tema que suele ser difícil de abordar para algunos padres y educadores es el de la educación sexual, y el problema parte de la confusión de creer que la sexualidad es un tema que se toca sólo cuando los hijos alcanzan cierta edad, como la pubertad, o comienzan a demostrar interés por el sexo. 

La sexualidad es parte del ser humano, por tanto, una educación sexual es necesaria en la crianza y formación de los hijos, debe iniciar desde que son muy pequeños y evolucionar junto a ellos y su entendimiento, paulatinamente. 

"La sexualidad humana es un don y es un bien que no se puede tratar de cualquier manera, porque involucra acciones, sentimientos y emociones", asegura María Judith Turriaga Eguiguren, coautora del Programa Saber Amar, en Ecuador, el cual es una propuesta pedagógica para la educación sexual de los jóvenes. 

La propuesta es a favor de una educación sexual que no sólo habla de los NO, también propone seguridad, confianza y autoestima, no se limita al ámbito escolar, también involucra a los padres de familia y maestros, quienes a su vez se reeducan en los temas de la sexualidad y la afectividad. 

"La educación sexual, tal como la proponen las empresas y programas oficiales, induce a los jóvenes a vivir una sexualidad precoz; al ser una sexualidad precoz es inmadura; al ser inmadura puede convertirse en promiscuo, porque no educa, sólo enseña sobre fisiología y uso de métodos anticonceptivos", critica la directora del proyecto en Ecuador. 

Parte de los contenidos del Programa Saber Amar son transmitidos a jóvenes, mentores y padres a través de conferencias que imparte Turriaga Eguiguren, como la ofrecida hace unos días en Mazatlán, titulada "¿Cómo conquistar con éxito? Claves para un noviazgo exitoso", en las instalaciones del ICO. 

De hecho, actualmente este proyecto está aplicándose en 33 ciudades del país, entre ellas Mexicali y Chihuahua, en esta última a través de la asociación civil Vida y Familia, Vifac, que con apoyo de la maestra Turriaga Eguiguren imprimirá los materiales el próximo año, para expandir la presencia del programa en México. 

"El mundo cambió de manera enorme hace 60 años, con la revolución sexual, que en nombre de la libertad y la individualidad creó estilos de vida peligrosos, que hoy tienen consecuencias graves sobre la juventud: enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados; todo eso trunca un proyecto de vida", señala. 

Saber Amar, en cambio, es un acompañamiento para niños y jóvenes en el descubrimiento y maduración de su afectividad y sexualidad, les ayuda a entender su desarrollo y asumirlo con naturalidad, pero sobre todo a valorarse como personas y que su sexualidad no está al servicio de nadie más que de ellos.

VIDA SEXUAL

A diferencia de los programas institucionales de educación sexual para jóvenes, que abundan sobre el uso de métodos anticonceptivos y del preservativo para evitar un embarazo no deseado y el contagio de enfermedades de transmisión sexual, como el VIH/Sida, Saber Amar propone la castidad como estrategia para la protección física y emocional de los jóvenes.
"La vida sexual no es para adolescentes, o para niños, tampoco es para novios. La vida sexual es para adultos comprometidos de por vida, maduros, conscientes y realizados. Y si el tema de la sexualidad no se trata bien, la persona no podrá disfrutar de la vida al llegar a la adultez", asegura la experta. 

Turriaga Eguiguren destaca que históricamente los varones no han podido vivir correctamente su vida sexual, y socialmente se les presiona para iniciar su vida sexual a temprana edad, a tener muchas parejas sexuales y ser expertos en sexo, todo como sinónimo de virilidad, mas esto violenta su desarrollo humano. 

"Los hombres son el grupo humano más frágil frente a enfermedades de transmisión sexual, hepatitis y alteraciones psicológicas, se les ha deshumanizado; pero además, los hombres son el referente de la sexualidad para los hijos y las hijas, porque ellos imitarán la conducta del padre y ellas buscarán una pareja que se parezca a él", comenta.

EMOTIVIDAD E INTELIGENCIA
Hoy en día, un gran cantidad de jóvenes no se quieren comprometer de manera sentimental por temor a sufrir, pero eso sólo los termina afectando más, ya que en su interacción con el sexo opuesto se desvalorizan a sí mismos al no respetar a la otra persona. 

Las emociones y sentimientos muy fuertes incapacitan el pensamiento y eso lleva a tomar decisiones equivocadas: el amor romántico es muy emocionante, pero no ayuda a conocer y decidir bien. 

Antes de enamorarse de alguien, la persona primero debe saber el quién soy, si me amo, si conozco a la otra persona, si su forma de ser me gusta, todo previo a cultivar un sentimiento y compartir la vida, y esto se logra con la cabeza fría. 

En una familia, generalmente la persona con la cabeza más fría ante la relación romántica es el padre, muchas veces hasta la mamá está tan enamorada como la niña, por lo que para saber sobre los hombres lo ideal es preguntar a papá, para saber si ese chico vale la pena o no. 

Las mujeres son auditivas, los hombres visuales, por eso las más guapas se casan con los que mejor se expresan, pero eso no es garantía de felicidad, pues suele pasar que en cualquiera de los dos casos todo es mera estrategia de conquista y los valores reales de la persona se contraponen a lo que cada uno busca para la vida en pareja. 

Dejarse llevar por las emociones conduce a equivocaciones, ya que las emociones son inestables, por lo que todo joven necesita de la guía de una persona mayor, que le tengan afecto y respeto, como la madre, el padre, hermanos mayores, tíos o abuelos, que apoyen desde su experiencia.

EDUCAR PARA AMAR
- Una educación integral de la sexualidad enseña a amar, es decir, aprender a dar y a recibir, a comprometerse y a vincularse personal y responsablemente con la otra persona. 

- Los valores siempre han de formar parte de las explicaciones. La educación sexual no consiste solamente en transmitir conocimientos de la fisiología humana, sino en desarrollar habilidades para desarrollar una libertad responsable y la capacidad de amar. 

- Todo niño debe saber que es una persona única e irrepetible y tiene derecho a recibir una formación personalizada, por lo que cada hijo debe recibir, en su momento, las explicaciones que busca a partir de sus dudas.
- La educación integral de la sexualidad se da a partir de las vivencias, las identificaciones, el ejemplo. No consiste en una conversación solemne. Cuando se establece el diálogo, es conveniente que se dé en forma natural y desde lo cotidiano. 

- Lo ideal es que los padres den información con delicadeza, de manera gradual y en el momento oportuno, teniendo en cuenta el grado de desarrollo intelectual y afectivo de cada niño. 

- El lenguaje ha de ser claro, sin sobrenombres, apodos ni metáforas confusas, evita mostrar imágenes fuertes y mucho menos grotescas que caigan en lo pornográfico. 

- No es necesario que las explicaciones a la niña se las dé la mamá y al varón el papá. Ambos, o uno de los dos, según las circunstancias, pueden hacerlo si lo hacen con delicadeza y confianza. 

- Los padres han de crear un clima de confianza propicio para que los hijos puedan contar y preguntar todo cuanto quieran. Así, los hijos podrán recurrir a papá o a mamá ante cualquier inquietud, duda o problema, seguros del amor incondicional que sus padres sienten por ellos. 

- Hablar abiertamente de sexualidad es la base para que niños, adolescentes y jóvenes aprendan a respetar su cuerpo, y esperar el mismo respeto por parte de los demás hacia ellos. 

- Evadir estas conversaciones, o pensar que no hablar de sexo es la manera más saludable de evitarlo, sólo provoca confusión, poniendo a los chicos en una posición de vulnerabilidad por falta de información. 

- Las conversaciones naturales entre padres e hijos al hablar de la diferencia entre varón y mujer, de la intimidad y el respeto por sus cuerpos, puede variar en método o contenido dependiendo de la edad e inquietudes, pero siempre debe dar el mismo mensaje: enseñar que la sexualidad es parte de sus cuerpos, y el sexo será una etapa de sus vidas que vivirán cuando alcancen la madurez necesaria. 

- Ni las conversaciones informales de sexo entre amigos, ni la información recibida en la escuela reemplazan la educación familiar, que puede no ser entregada en capítulos, limitada situaciones específicas o postergada a cierta edad, debe darse de modo constante, utilizando ejemplos y experiencias cotidianas. 

- La educación sexual debe considerar también aspectos como la higiene personal y la confianza para acercarse a los padres con cualquier pregunta o preocupación referente a cualquier aspecto de su vida.

PROGRAMA
El proyecto "Saber Amar" nació hace ya ocho años en Ecuador, como contrapropuesta a una ley en el país que obligaba a los alumnos a tomar una hora de sexualidad y afectividad. 

"Con tan poco tiempo, la sexualidad y la afectividad iban a quedar muy pobremente tratados, muy peligrosamente tratados, entonces 30 intelectuales pensaron en darle a los jóvenes y los padres de familia una alternativa digna de la persona humana, digna de la familia, que respete sus derechos, digna de los chicos y su futuro, así nace el Proyecto Saber Amar", explica María Judith Turriaga. 

A ocho años de distancia, dicho proyecto ha logrado que los 41 mil estudiantes que han participado en él no hayan experimentado un embarazo adolescente, porque esta formación les permite conocer y valorar su dignidad y sexualidad. 

"Con base a la ciencia para educar en el ámbito de la sexualidad y afectividad a niños de entre 6 y 18 años, se involucran cinco ciencias: Antropología, Psicología, Ciencias de la Comunicación, la Sociología y Fisiología de la Sexualidad Humana".

LUCRO SEXUAL
Más allá del sector del sexo-servicio, la industria médico-farmacéutica tiene fuertes intereses económicos para que la iniciación sexual sea cada vez más precoz, pues debido a que los órganos sexuales son muy delicados y a que sigue en aumento el número de enfermedades sexuales, cada vez hay más personas enfermas y con problemas para concebir hijos, esto le genera ingresos millonarios. Postergar el inicio de la vida sexual, permite preservar Tu Salud física y emocional.

SABER AMAR
Aunque el proyecto "Saber Amar", nació en Ecuador, países como Argentina, Chile, Panamá, Paraguay, Uruguay, Perú, Colombia y México han adoptado su filosofía como alternativa para la formación y educación sexual de las nuevas generaciones. 

En México, a través de conferencias y encuentros con jóvenes, padres de familia y maestros, Saber Amar ha llegado a 33 ciudades del país, donde poco más de 18 mil jóvenes han escuchado parte del contenido del programa.