Llama ex adicto a la prevención

06 noviembre 2015

"Organiza charla el Sistema DIF en el marco del Día Internacional contra el uso indebido y tráfico ilícito de drogas"

Rafael Cárdenas

Hay que concientizar a los niños y jóvenes para que no caigan en el consumo de drogas, recomendó Samuel Rocha Alvarado, ex adicto que platicó con jóvenes y niños en conferencia organizada por el Sistema DIF en el marco del Día Internacional contra el uso indebido y tráfico ilícito de drogas.
"Todo empieza con la prevención, se debe hacer énfasis en los programas de recuperación, los maestros, el gobierno, el policía, la ama de casa, y con mensajes los niños ven más, son cada vez más vivaces, precoces, ellos comprenden", dijo.
"Yo he visto niños que mueren, niñas embarazadas que son drogadictas, y hay que hablarle a todos ellos de que se puede evitar acabar con su vida, los niños son inteligentes, hay que decirles que las drogas son malas".
Ante un auditorio casi lleno de niños y jóvenes, Samuel contó que siendo huérfano de ambos padres, desde pequeño comenzó a vagar y sufrir vejaciones que lo llevaron al consumo del alcohol.
Contó que hoy ya no recuerda con precisión la edad que tiene, pueden ser 28 ó 30 años, ciego por la enfermedad y dañado su cerebro, lo que le provoca dificultades para moverse.
A pesar de sus problema sigue adelante, enviando un mensaje a quienes deseen escucharlo, previniéndolos de los daños que hacen las adicciones.
"Hoy tengo la conciencia de que tengo que hacer algo, la vida es un camino largo y difícil es tratar de levantarse y no quedarse caído enviarse mensaje a todos", dijo.
Actualmente, Samuel está dentro del grupo de rehabilitación denominado Una luz en el camino, donde decenas de jóvenes y adultos acuden para recuperarse y quitarse las adicciones.
El Sistema DIF lo invitó a participar para expresar su mensaje a los niños y jóvenes en el auditorio del Acuario Mazatlán, donde se entabló un pequeño diálogo en el se resaltó la importancia de decir no a las drogas cualquiera que ésta sea, a cuidarse para no caer en su consumo por el daño que hacen, no solo a las personas adictas sino a la familia y a la sociedad