La especialización docente en preescolar y primaria
""Los procesos de instrucción, educación y desarrollo cultural de los alumnos en la educación básica mexicana tiene como fundamentos los documentos emanados de la Secretaría de Educación Pública; se sustenta, además, en los conocidos pilares de la educación para el Siglo 21 planteados en el Informe Delors a la UNESCO""
La educación básica en México incluye los niveles de preescolar, primaria y secundaria; por lo cual es un subsistema educativo sumamente importante, producto a que integra los procesos de instrucción, educación y desarrollo cultural de la personalidad de los niños, niñas y adolescentes que se encuentran entre los 3 y 14 años de edad.
Los procesos de instrucción, educación y desarrollo cultural de los alumnos en la educación básica mexicana tiene como fundamentos los documentos emanados de la Secretaría de Educación Pública; se sustenta, además, en los conocidos pilares de la educación para el Siglo 21 planteados en el Informe Delors a la UNESCO: “La educación encierra un tesoro” (Delors, 1996) y en el documento denominado “Metas Educativas 2021: la educación que queremos para la generación de los Bicentenarios”, firmado por los ministros de Educación de Iberoamérica en mayo de 2008, en El Salvador.
En los mencionados documentos se plantea que la educación básica demanda de una coherencia entre todos los elementos del currículo, así como transformaciones profundas en el modo de actuar profesional de los docentes. Por ello el aprender a conocer, hacer, convivir y ser; desempeñan un papel integrador de los objetivos y fines escolares en función de preparar a los niños, niñas y adolescentes para la vida.
Sin embargo, en la educación básica mexicana se está lejos de alcanzar los objetivos planteados en los documentos referenciados; por ello las autoridades educativas se han propuesto realizar una nueva propuesta curricular con el fin de alcanzar las metas y compromisos que se han establecido con instancias internacionales y con toda la sociedad.
No obstante, a la validez de cualquier propuesta curricular y reconociendo que las actualizaciones de estas son necesarias para evitar la obsolescencia del currículo, y mantener su adecuada renovación en correspondencia con el desarrollo científico-cultural de la sociedad; es necesario reconocer que ninguna transformación curricular por sí sola puede elevar la calidad de la educación escolar básica, de ahí la importancia de que se acompañe de adecuadas formas de capacitación y profesionalización de los docentes. Por lo tanto, para alcanzar las metas y compromisos asumidos y elevar la calidad de la educación básica mexicana se necesita especializar a los docentes por campos formativos.
Si bien el vigente Plan de estudio en la Educación Básica (SEP, 2011), o la nueva Propuesta Curricular para este subsistema educativo (SEP,. 2016); reflejan los rasgos del perfil de egreso que debe ser alcanzado por el alumnado al concluir cada nivel; así como identifican las condiciones necesarias que deben cumplir los docentes para gestionar el currículo; aún no se reconoce la importancia y la necesidad de la especialización docente por campo formativo.
En estas condiciones, la especialización de los docentes por campos formativos contribuiría a evitar algunos de los dogmas y problemáticas que se manifiestan hoy en la educación escolar mexicana y que ninguna transformación curricular por sí sola puede erradicar; entre estos se pueden mencionar:
Una proporción considerable de docentes han sido formados profesionalmente, mediante programas que necesitan ser actualizados y perfeccionados, por lo que arrastran carencias y ausencia de su propia formación inicial, que deben ser superadas como parte de la necesaria especialización por campos formativos;
Persiste el estereotipo, bastante generalizado, de repetir año tras año el contenido de los programas de estudio y con los mismos métodos escolásticos a diferentes generaciones de alumnos;
Se pondera, en las clases, la trasmisión de información, por encima del desarrollo de habilidades y valores; por lo que no todos los docentes están en condiciones de facilitar que sus alumnos aprendan a aprender.
Como norma, los problemas presentes en la práctica y en la vida social de los alumnos, así como los preconceptos que estos conocen, no son el punto de partida para desarrollar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
La ausencia de una efectiva especialización docente por campos formativos ha generado en muchos docentes la opinión de que el principal resultado de su labor profesional es la instrucción y no la educación; por lo que los perciben como procesos independientes; cuando en la educación escolar conforman una unidad dialéctica.
Las problemáticas enunciadas permiten concentrar el objetivo de este artículo en argumentar la necesidad y las ventajas que tendría la especialización de los docentes por campos formativos en la educación básica mexicana, como vía para concretar en la práctica el modelo curricular vigente o el perspectivo.
Por razones de espacio y edición el artículo tendrá continuación la próxima semana.
Jesus.vizcarra@sistemavalladolid.com