EDUCACIÓN Y SOCIEDAD: México en los resultados de la prueba PISA 2015
"Centro de Investigación e Innovación Educativa de Sistema Educativo Valladolid"
Actualmente, la sociedad del conocimiento y las tecnologías de la información están propiciando que la educación tradicional evolucione a un ritmo acelerado, lo que motiva la gradual transformación de los modos tradicionales de actuación profesional de los docentes y, es que, de manera definitiva, el conductismo debe dar paso a innovadores métodos de enseñanza y aprendizaje, basados en el trabajo colaborativo, el uso de la tecnología y en los Pilares de la Educación para el Siglo 21.
Sin embargo, los resultados que obtuvo México en la prueba PISA 2015 demuestran que estamos aún distantes de alcanzar estos objetivos, de ahí la importancia de analizar de manera científica estos resultados, pero no para realizar estudios comparativos con resultados anteriores y todo quede igual o peor, sino para plantear sólidas estrategias educativas que mejoren el proceso educativo de manera integral.
La prueba Program for International Student Assessment, por sus siglas en inglés; Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos, en español, tiene entre sus principales objetivos conocer el estado real de la educación en el mundo e identificar cómo está el nivel de los países para emprender acciones diversas para mejorar y mantener la educación que se imparte.
Con la prueba PISA se evalúa cada tres años los conocimientos y las competencias alcanzadas por los alumnos de 15 años que cursan al menos el primer grado de secundaria, en tres asignaturas: matemática, lectura y ciencias.
En la prueba aplicada en el 2015, se evalúo, además, las competencias de los alumnos para solucionar problemas de manera colaborativa.
Los resultados que se acaban de publicar de la prueba PISA 2015 han generado opiniones en forma de críticas, que aparentemente salen a la luz, como rayos del sol al amanecer; cuando en realidad, lo que intentan es buscar culpables de los resultados y no centrarse en identificar las causas de los problemas; es decir, todos voltean a ver los resultados obtenidos en esta prueba estandarizada, sin realizar un estudio detallado acerca de qué ha influido en su obtención, para desarrollar las acciones pertinentes en función de perfeccionar los procesos educativos, para obtener mejores resultados hacia el futuro.
En la PISA 2015 México obtuvo los siguientes resultados entre 72 países participantes:
Ciencias: Lugar 57
Lectura: Lugar 55
Matemáticas: Lugar 56
Las autoridades de la SEP han planteado que obviamente están insatisfechos con tales resultados, ya que México continúa por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por lo cual, la aspiración es que nuestros resultados sean cada vez superiores.
Lo que no se ha planteado con claridad es cómo alcanzar que los resultados de la educación mexicana sean cada vez superiores hasta alcanzar los primeros lugares en la PISA; por lo cual intentaré sugerir algunas ideas al respecto.
En primer lugar es necesario perfeccionar la formación del personal docente, para que los nuevos estén en condiciones de acompañar el aprendizaje y el desarrollo de competencias en sus alumnos en función de los Pilares de la Educación del Siglo 21: Aprender a ser, Aprender a conocer, Aprender a hacer y Aprender a convivir.
Para alcanzar estos aprendizajes es necesario que en las escuelas normales y en otras instituciones formadoras de docentes, se enseñe el empleo de métodos didácticos que favorezcan el aprendizaje colaborativo, el trabajo en equipo, la realización de seminarios, talleres y clases prácticas.
En segundo lugar, se necesita avanzar hacia la concepción de un verdadero sistema de capacitación para los docentes graduados, que vincule la capacitación general con la especializada; es decir, un sistema que avance al empleo de conferencias y talleres didácticos para todos los docentes, pero que a su vez incluya la implementación de diferentes vías para la especialización por grado y asignatura, en este último aspecto falta mucho por hacer aún.
En tercer lugar, es necesario transformar la manera de educar a los alumnos, ya que el proceso de enseñanza-aprendizaje continúa recargado de conductismo, cuando los alumnos que se encuentran en nuestras aulas, mucho de ellos hijos del actual Siglo 21 se caracterizan por ser inquietos, ávidos por comunicarse y fanáticos de la tecnologías, a lo cual se suma que son muy buenos en el trabajo colectivo y realizando proyectos; sin embargo, queremos mantener las aulas con los dogmas del tradicionalismos de siglos pasados, lo cual ya no funciona.
De ahí la necesidad de preparar a los alumnos para la vida, dar la posibilidad que desarrollen proyectos educativos, que empleen las tecnologías y trabajen en equipos.
En cuarto lugar, se necesita avanzar hacia nuevos modelos evaluativos, que integren la heteroevaluación, empleando la tecnología como lo establece la prueba PISA, como vía para preparar a los alumnos para enfrentar este tipo de examen y no se sorprendan cuando tengan que enfrentarlo; a lo que se une la posibilidad de incrementar la coevaluación y la autoevaluación entre los alumnos.
Estas ideas nos pueden aportar una mirada más amplia a los resultados obtenidos, ya que no hacemos nada con lamentarnos y no hacer algo por mejorar los procesos educativos, los que a fin de cuenta son los que garantizan que la educación escolar mexicana avance hacia la calidad.
Jesus.vizcarra@sistemavalladolid.com